domingo, 24 de abril de 2016

¿Quién me ha tocado?

Lectura: Lucas 8:43-48

Pastora Belkis Fernández 

A Jesús se le acercaba mucha gente, pero en esta ocasión se le acercó una mujer que padecía de sangrado permanente (un flujo). En la cultura judía, ella no podía hacer vida pública y mucho menos acercarse a un hombre en esa condición. (Ver Levítico 15:25). 

¿Qué observamos en esta mujer?:
• Ella tenía 12 años padeciendo de ese sangrado
• Ella había gastado todo lo que tenía en los médicos y no la habían curado
• Se le acercó a Jesús por detrás
• Tocó el borde de su manto
• Fue sanada de acuerdo a su fe

¿Cuál fue el impacto Jesús?
• Lucas narra que Jesús dijo, ¿Quién es el que me ha tocado?, ¿Alguien me ha tocado, porque yo he conocido que ha salido poder de mí? Y en el evangelio de Marcos Jesús le dijo, ¿Quién ha tocado mis vestidos? 

¿Cuál fue la reacción de los Discípulos? “La multitud te aprieta y tú dices, ¿Quién me ha tocado?
El evangelio de Mateo narra que Jesús le dijo a la mujer, “Ten ánimo, tu fe te ha salvado”.
No importa los años que tenga luchando con ese problema, si te acercas a Jesús con esa actitud de fe, las cosas pueden cambiar para ti. Considera acercarte a Jesús, pero con la seguridad de que Él tiene poder para hacer los cambios en tu vida, para sanarte y liberarte de los azotes de la vida. Jesús admiró la fe de esta mujer y le dijo: “Hija, tu fe ha hecho salva, ve en paz, y queda sana de tu azote”.  


domingo, 3 de abril de 2016

¿Laboriosos o Perezosos?

Lectura: Mateo 25:14-30

Pastora Belkis Fernández 

Al que le asigna una función, tiene que rendir cuentas y aquí vemos el escenario de tres empleados, dos de ellos hicieron buen trabajo y el último no hizo nada,  prefirió enterrar su talento. Estos tres empleados  tipifican el resultado de los  creyentes laboriosos y de los inútiles y perezosos. (TLA).

Veamos:
1. Al primer empleador  se le entregó 5,000 monedas, al segundo empleador 2,000 mil monedas y al otro empleado se le entregó 1,000 monedas. Vers.15
2. El de 5,000 se puso a trabajar y ganó 5000, el de 2,000 ganó 2000  y el de 1000 decidió  esconderlo bajo tierra, porque tenía miedo.
3. El creyente comprometido obedece, toma riesgo y produce. Evitar los desafíos es ser cobarde. Llegará el momento de rendirles cuenta a Jesús y si el talento que te dio no lo ejerce, entonces se va a enmohecer y con el tiempo caducará.

Rendición de cuentas:
• Dos empleados excelentes fueron gratificados y lo invitaron a celebrar.
• Al último empleado, le dijeron,  “Eres un empleado malo y perezoso. Si sabías que soy muy exigente,  ¿por qué no llevaste el dinero al banco? Así, al volver, yo recibiría el dinero que te di, más los intereses.”

¿Quién te ha dado lo que tienes? ¿A quién le rinde tu tiempo?  Jesús mira lo que los hombres no ven. El Señor te hace la invitación para que celebres y para que se multiplique tus resultados. El que no ejerce sus dones, cae en la oscuridad y sus resultados son reducidos.