domingo, 29 de diciembre de 2019

La Genealogía de Jesús

Lectura: Mateo 1 y Lucas 3
Pastor Pedro Julio Fernández

La genealogía es el conjunto de ascendientes y progenitores de una persona o de un animal de raza. La genealogía es una demostración del nacimiento de una persona. Mateo se encarga de ordenar la de Jesús en tres partes. Desde Abraham a David en 14 generaciones. De David hasta la deportación a Babilonia 14 más y de las deportaciones hasta Jesús 14 generaciones (Mateo 1:17).

Son datos históricos verídicos que suelen originarse a través de los relatos orales surgidos del núcleo familiar. Es impensable incluir en una genealogía a alguien que no nació, que no existió.
Tampoco es razonable incluir un evento histórico que marca referencia como la deportación a Babilonia siendo falsa.

Adelantándose a cualquier duda o tergiversación de la historia, la Biblia presenta dos genealogías de Jesús, una por José (su padre) en Mateo y otra por María (su madre) por Lucas.

Cuando Jesús predicaba en su lugar de crianza en Nazaret la gente se sorprendía de su sabiduría y decía: ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?

La gente sabía que Jesús tenía familia, ellos sabían los nombres de sus padres y los nombres de sus hermanos y hermanas. En Marcos 6:4 Jesús mismo reconoce que tiene familia, parientes y coterráneos.

La genealogía de Jesús es, por lo tanto, una fuerte demostración de su humanidad que traza una línea ascendente desde José y María hasta Adam, hasta Dios.

domingo, 22 de diciembre de 2019

¡Celebremos a Jesús!

Lectura: Lucas 2:41-52
Pastora Belkis Fernández

Los ángeles y pastores adoraron a Jesús. ¡El Mesías prometido ha llegado! Hubo testigos tanto masculino como lo fue Simeón y testigo femenino como Ana que afirman que Jesús es el Redentor del mundo. Juan el Bautista va preparando el camino para que la gente se arrepienta de sus pecados y reciban las buenas nuevas.

Crece Jesús en sabiduría, gracia y estatura para con Dios y los hombres. Los doctores de la Ley se sorprenden al ver un niño de doce años con facultades críticas y con tanto discernimiento. ¿Qué observaba la gente de Jesús? Observaron a un ser humano extraordinario, observaron a un hijo de su padre y su madre que rompía los estándares del conocimiento religioso.

Cuando Jesús predicaba en su lugar de crianza en Nazaret la gente se sorprendía de su sabiduría y decía: ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?

La gente sabía que Jesús tenía familia, sabia los nombres de sus padres y los nombres de sus hermanos y hermanas. En Marcos 6:4 Jesús mismo reconoce que tiene familia, parientes y coterráneos. La genealogía de Jesús es una fuerte demostración de su humanidad que traza una línea ascendente desde José y María hasta Adam, hasta Dios.

Siendo un niño de doce años se enfocó en su plan y hubo un momento que se le desapareció por tres días a sus padres, luego lo encontraron en el templo. Jesús se caracterizaba por ser un buen oidor y por hacer preguntas. Interesante, hoy nos enseña aprender a escuchar más y a pesar de todo, era un niño sometido a sus padres.

domingo, 15 de diciembre de 2019

Testigos Presenciales: Ana, Testigo Presencial - Parte 2

Lectura: Lucas 2:36-38
Pastor Pedro Julio Fernández

Al igual que Simeón, Ana es mencionada una sola vez en la Biblia y es cuando los padres de Jesús lo llevan al templo para dedicarlo al Señor.

Simeón no estaba en el templo, pero Ana sí. Simeón movido por el Espíritu fue al templo, pero Ana nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones.

Lucas investigó y averiguó parte de la vida de Ana. Fue hija de Fanuel, era de la tribu de Aser (dichoso) viuda hacía 84 años y estuvo casada por 7 años. En el relato de Lucas tenía más de 100 años entre los tiempos antes de casarse, casada y viuda. Otros relatos dicen que era una viuda de 84 años y que estuvo casada por 7 años.

Como quiera que se interprete el relate era una anciana de edad que también era profetisa, que se pasaba noche y día en el templo ayunando, orando y adorando a Dios a pesar de su edad.
Cuando Simeón terminó de hablar, Ana se acercó y comenzó a alabar a Dios, y a hablar acerca del niño Jesús a todos los que esperaban que Dios liberara a Jerusalén.

¿Qué decía Ana del niño Jesús? Que era el redentor de Jerusalén, que era el Mesías prometido. Lo más probable era que ella no iba a ver ese momento por causa de la edad, pero lo profetizó.
De Simeón y Ana se puede decir mucho como testigos presenciales del nacimiento de Jesús, pero se puede abundar bastante de su vida espiritual y concluir que cuando los vasos están limpios (santificados) Dios los usa NO importa que sean hombres o mujeres, ancianos o jóvenes, solteros, casados, viudos. Sus valores espirituales en conjuntos dicen que ellos eran justos, piadosos, temerosos de Dios, tenían comunión con Dios, oraban, ayunaban, ministraban en el templo todo el tiempo posible. NO eran desconocidos, eran personas de testimonio.

domingo, 8 de diciembre de 2019

Testigos del Nacimiento de Cristo - Parte 1

Lectura: Lucas 2:25-35
Pastora Belkis Fernández

Somos privilegiados cuando hablamos del nacimiento de Jesús y de su vida aquí en la tierra. Simeón fue testigo ocular de su nacimiento, fue un hombre honrado el cual presentó a nuestro Redentor. El Espíritu Santo lo utilizó como un profeta que tenía que decirle a su madre la verdad completa, aunque le duela, pero esa era su misión.

Los padres biológicos de Jesús fueron fieles con la costumbre que aprendieron de sus ancestros en cumplir la ley de Moises. El niño Jesús fue circuncidado, la madre tomó su tiempo de purificación y lo presentaron en el templo, llevando una ofrenda humilde a Jehová. No lo llevaron con las manos vacía.

El mensaje que trae Simeón consiste en dos opciones y solo una tiene que escoger:
1. Rechazar a Jesús:
Si alguien rechaza el evangelio, Jesús se convierte en un problema, en una piedra de tropiezo. (1 Pedro 2:8).  El que desprecia a Jesús es un desobediente.
2. Recibir a Jesús:
El que acepta a Jesús será levantado y/o resucitado. Efesios 2:5-10.
Quienes rechazan a Jesús vivirán en un mundo de contradicciones, pero aquellos que lo reciben recibirán luz y discernimiento aun de sus pensamientos.

¿Qué podemos aprender de este mensaje? O aceptas o rechazas a Jesús. Si acepta, tiene que participar de su misión y ser un agente de su kerigma o proclamación. Para enseñar tenemos que ser enseñables. Ahora tenemos al Hijo de Dios el cual es luz para todos, un mensaje que incluye a los de afuera y gloria del pueblo remanente.  Cumplamos con la misión de anunciar su proclamación.

domingo, 1 de diciembre de 2019

La Encarnación del Logos Eterno

Lectura: Juan 1:14
Pastora Belkis Fernández

El evangelio significa una buena noticia y es que Cristo adoptó la naturaleza humana. El Unigénito del Padre vino a la tierra, habitó entre los humanos y hoy es el único Dios verdadero que con su naturaleza divina y humana es el puente que nos une al Padre Celestial. El evangelio de Juan enfatiza en la preexistencia y la eternidad del Logos.

 En el Tabernáculo habitaba la presencia de Dios que era sombra de lo que había de venir.  La Shekhiná que era el símbolo de la misma presencia de Dios en el Tabernáculo y en el Templo; ahora habita con nosotros y en nosotros.  El apóstol Juan tuvo la oportunidad de ver parte del destello de su gloria en el monte de la transfiguración y pudo testificarlo.

Siendo el Logo encarnado, ¿Cuáles privilegios tienes tú si eres un verdadero creyente?

  1. Jesús, te conviertes en hijo/a de Dios. Te da su gracia y te muestra la verdad. Juan 1:12
  2. Jesús te colocas como su cuerpo; aunque imperfecto, pero con una cabeza perfecta. Efesios 1:22-23.
  3. Jesús te convierte en su esposa y te invita a regocijarte con El por toda la eternidad. Apocalipsis 19:6-9.

En un momento podemos pensar que las tinieblas prevalecerán y que la secularización destruirá los valores del Reino, pero no será así, pues las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Jesús hizo todo esto es porque somos hechura suya creados para buenas obras. Efes. 2:10. Tal como decía alguien, somos el poema de Dios, su obra de arte.