domingo, 27 de mayo de 2018

Pidan, Busquen y Llamen

Lectura: Mateo 7:7-12
Pastora Belkis Fernández

Previamente Jesús aconseja a no juzgar a la otra persona y a cuidarse de los hipócritas que en su tiempo eran personas que oraban, pero con sus hechos demostraban lo contrario a su oración.

El pedir, buscar y llamar en el texto que habla Jesús es perseverar, aunque la respuesta que nos dé sea distinta a la nuestra. El que confía en Dios se somete a su soberanía.

Jesús les dice que ningún padre le dará una piedra a su hijo si le pide un pan, ni le dará una serpiente, si le pide un pescado. El Señor le dice si ustedes siendo padres malos hacen cosas buenas, ¡Que no sería Dios! ¿Te imaginas la justicia de Dios? No hay formas de comparar la gracia divina, su amor eterno con todo lo que puede ofrecer un padre biológico.

La paternidad biológica tiene sus límites, pero Dios lo alcanza todo, porque su justicia es la única que puede dar la respuesta a los vacíos que tiene la humanidad, producto del pecado. No hay formas humanas e intelectuales que den con la solución de los problemas, solo Jesús a través de la Escritura llena esos vacíos y carencia que existen en la humanidad.

¿Que Dios tiene para mí? Dice Santiago que toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. En otra versión, Dios nunca cambia, fue Dios quien creó todas las estrellas del cielo, y es quien nos da todo lo bueno y todo lo perfecto. Santiago 1:17.

Entreguemos a Dios nuestras peticiones y confiemos en su divina intervención, deja que Jesús responda a su tiempo y en base a su soberanía y cuando perseveras en la oración, no olvides que debes tratar a los demás como ustedes quieran ser tratados, porque eso nos enseña la Biblia.

domingo, 13 de mayo de 2018

La Expectativa de una Madre

Lectura: Mateo 20:20-25
Pastora Belkis Fernández

Hay expectativas de los padres hacia los hijos que muchas veces no son las apropiadas, en el caso de la madre de Juan y Santiago, ella pretendía para sus hijos una posición de estatus y de honra en la sociedad.

La petición de la madre a Jesús fue, ¿Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a la derecha y el otro a la izquierda?

Respuesta de Jesús “Tú no sabes lo que pides”. Porque no sabe si el reino es físico como el de David o es un reino espiritual. Ella es el modelo de los padres que quieren estatus para sus hijos sin lograrlo a través del esfuerzo, del trabajo y más aún, del servicio a los demás para lo cual hay que humillarse. pues el liderazgo efectivo en el creyente es para dar y servir.

Jesús defiende a los dos hermanos, ante el resto de los apóstoles cuando se enteraron de esa petición egoísta. Jesús sabe la vida completa, vemos que Santiago fue decapitado (Hechos 12:2) y Juan torturado y exiliado en Patmos. (Apocalipsis 1:9). Al final de cuenta, Dios tiene control de tus hijos/as.

Jesús vio la ambición de la madre y una petición equivocada. Como madre, ¿Cuáles son tus expectativas para con tus hijos/as?

Puede ser una madre de influencia, pero no siempre tus derechos son efectivos para Dios ni debes de exigirlos. ¿Qué pides a Jesús para tus hijos/as? Que se entreguen a los demás, que amen y sirvan de corazón y la mejor forma de enseñarles es mediante el ejemplo de los padres, que los hijos/as entiendan que donde lleguen, no llegan a exigir ni a pedir sino a dar y a servir y así serán grandes en el reino de Dios.

¡Feliz Dia de las Madres!

domingo, 6 de mayo de 2018

De Jehová es la Batalla

Lectura: I Samuel 17:1-34
Pastora Belkis Fernández

Los filisteos mantenían en zozobra al pueblo de Israel. En la escena de 1 Samuel 17 dos ejércitos colocados en orden de batalla, pero sobresale el paladín filisteo Goliat, vestido y armado con un equipaje moderno. En esta narración vemos la siguiente trama:

A. Amenazas del filisteo Goliat: 1 Samuel 17:16

B. El miedo de los varones de Israel. 1 Samuel 17:24

C. Menosprecio de Saúl a David de no ir a pelear con Goliat. 1 Samuel 17:33

D. David rechaza las armaduras colocadas por Saul. 1 Samuel 17:39

David, un humilde pastor de ovejas aceptó el reto de enfrentar a Goliat y se arma con una honda y cinco piedras para pelear contra él (1 Samuel 17:49-50). Dios ama la dependencia de él y no la autosuficiencia de Goliat. ¿Cómo podemos enfrentar el gigante? Colócate las armaduras de Dios para que combatas los dardos de fuego del maligno. La fe, la confianza y la paciencia nos darán la victoria aunque el problema sea grande como Goliat. Los varones de Israel tenían miedo y esto le impidió enfrentar al paladín Goliat. El miedo inhabilita y no te deja ver el proyecto final.

Jesús es la fuente de nuestra fortaleza, todo lo podemos en él. Los gigantes que se oponen contra ti, ya Cristo los venció en la cruz del calvario. Las batallas son de Jehová, si te menosprecian, no utilices tu propia justicia, deja que Dios pelee por ti. Los hermanos de David lo menospreciaron y aun el rey. Trabaja las amenazas utilizando principios bíblicos, tal como David y como Gedeón, ganaron batallas con pocos recursos. Porque al fin y al cabo, la batalla no es nuestra, sino de Dios.