domingo, 25 de enero de 2015

Mensaje: Cuarto Mandamiento: El día de descanso - Éxodo 20:8-11

Pastor Pedro Julio Fernández

Acuérdate del sábado para santificarlo.  Seis días trabajarás y harás toda tu obra,  pero el séptimo día es de reposo para Jehová, tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni el extranjero que está dentro de tus puertas,  porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el sábado y lo santificó (Éxodo 20:8-11).

Este es el cuarto de los diez mandamientos y beneficia directamente a quien lo obedece y lo practica. Dios hizo la semana de siete días y le dio al hombre seis días para que haga todas sus cosas laborales y para que no se olvide le dijo acuérdate del día de reposo para apartarlo para Dios y no trabajar. Note que este mandamiento no está en forma de NO, sino en forma de AGENDA para que hagas previsión en seis días laborables y descanse en uno.

La referencia para tal mandamiento es que Dios mismo quien no se cansa de nada porque es OMNIPOTENTE, hizo toda la creación en seis días y descansó el séptimo, es decir, no hizo nada (Génesis 2:1-3).

La obediencia a Dios de no trabajar toda la semana nos lleva a otro descanso, del cual se nos dice que: procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia (Hebreos 4:11). No descansar un día es un acto de desobediencia que tiene consecuencias inmediatas en las facturas que el cuerpo pasa.

Matarse por trabajar no es saludable para el cuerpo el cual necesita el descanso para reponer energías. Por demás es que os levantéis de madrugada y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores, pues que a su amado dará Dios el sueño (Salmos 127:2 y Eclesiastés 8:16).

Gráficamente el predicador en el libro de Eclesiastés habla de un hombre que no tiene familia y no se cansa de trabajar en un afán desmedido por obtener dinero. Eso es defraudar su vida haciéndose un daño innecesario (Eclesiastés 4:8).

He aquí algunos pasajes bíblicos que hablan de no ser religiosos en la observación de un día específico y de cómo la iglesia cristiana cuyos primeros integrantes eran judíos, comenzaron a observar el primer día de la semana (domingo) en vez del séptimo día (sábado):

Colosenses  2:16-17 (evitar juicio entre día y día)
Gálatas 4:9-10 (Pablo reprende lo religioso)
Romanos 14:5-7 (diferencia entre día y día)
Juan 20:1 y 19 (Jesús se levantó el domingo)
Hechos 21:25 (no se habló del sábado)
Hechos 20:7 (domingo de reunión)
1 Corintios 16:2 (domingo de reunión)


domingo, 18 de enero de 2015

Tercer Mandamiento: No Tomaras El Nombre De Jehová En Vano - Éxodo 20:7

Pastora Belkis Fernández

La falta de respeto e irreverencia al nombre de Jehová  es atentar contra su  carácter santo y sagrado. Falsas expectativas, promesas,  juramentos  y hasta oraciones con un trasfondo de mentiras;  ponen el nombre de Dios en vano.

Hay chistes que ridiculizan el nombre del Señor ya que insultan y ofenden su Nombre. El Señor le dijo a Moisés, “Yo soy el que Soy”. (Éxodo 3:14), tranquilo  Moisés, si  mi deidad está presente; no te dejes amilanar de los demás. ¿Qué pasa si corremos como los demás?

Hay  vocabularios,  frases  y  expresiones que  tenemos que quitarla de nuestros labios ya que podemos tomar el nombre de Dios en vano.  ¡Te lo juro por Dios!   ¡Santo Dios!, entre otras.

La palabra vano, viene del latín vanus, que significa carecer de sustancia o contenido, o que es inútil e ineficaz (Dic. Larousse 2004).  Analiza a la luz de las Escrituras las cosas que ocurren, ya que algunos blasfeman y se corrompen como animales. (Judas 1:10)
¿Cuál es nuestra actitud frente a esa película o ese show que estás viendo y donde no hay respeto a Dios? ¿Es usted de lo que se ríe y participa de los insultos que le hacen a nuestro Dios?

Lo penoso es adentro, en el cuerpo de Cristo profanar su Nombre, relajar  lo sagrado, a costa de prácticas vanas, utilizando su nombre como un amuleto, blasfemando  su nombre, viviendo sin fruto, incongruente e incompatible con la naturaleza santa de nuestro Dios. Dejemos el afán de convertir lo santo en profano, de importantizar la atracción por encima de una relación única con nuestro Dios que es verdadero, no tomemos su Nombre en vano.


domingo, 11 de enero de 2015

Segundo Mandamiento: No te harás imagen - Éxodo 20:4-6

Pastora Belkis Fernández

No te harás imagen. Este segundo mandamiento sigue presente.  No sólo las prácticas de adorar imágenes en la religión popular son despreciadas por Dios, sino también las nuevas formas de imágenes y de modelos que rigen la sociedad de hoy. El sincretismo y la  a culturalización caminan juntos. Hoy hasta un animal como un perro, es venerado en la forma en que se dedican a convivir con ese animal. Levantar altares a personajes; estrellas, galanes, actores del entretenimiento, actores religiosos y protagonistas; eso es pecado.

Dedicar  más tiempo que a Dios a los medios cibernéticos, el querer venderse como una imagen atractiva es algo peligroso y convertir la familia en su dios. Es una falta ante Dios, tener el carácter flojo y ambivalente como el sacerdote Aarón, elaborando imágenes y también adorando a Dios; o como el levita que visitó a Micaía, el cual ni siquiera lo reprendió. (Jueces 17:7).

Salomón se dejó influenciar por mujeres paganas, permitiendo  imágenes para complacer a sus mujeres. Hubo ocasiones donde  cada pueblo fabricó su propio dios y  Dios les envió leones para que lo mataran. Tuvo Dios que mandar esos leones, como juicio para hacerlo pensar. 2 Reyes 17:25.

Hay que imitar la actitud de Pedro, Juan, Pablo y Bernabé, estos siervos no compartieron la gloria de Dios sino que rasgaron sus vestiduras, cuando ya lo tenían como dioses, lo reprendió. Derribemos esos altares, de lo contrario esas imágenes te alejarán del Dios verdadero. Controla tus ojos ya que no se cansan de ver. Ecles.1:8. No contaminemos su adoración. Dios es Espíritu, adórale en  espíritu y en verdad.


domingo, 4 de enero de 2015

No tendrás dioses ajenos: El primer de los diez mandamientos - Éxodo 20:1-3

Pastora Belkis Fernández

¿Cuáles son dioses ajenos? Son prácticas de sustituir o reemplazar a Dios por cosas temporales en las cuales les damos más importancia a esas cosas o personas más que a Dios. El cuerpo, el ejercicio físico, la casa, el dinero, los amigos, la recreación, la vida sensual, la profesión, los amigos, las fiestas, la familia, el ego mismo, la obstinación o desobediencia, entre otras prácticas comunes.

El Señor sabia el corazón del pueblo y  les recuerda “Yo soy Jehová tu Dios que te saque de casa de servidumbre. Dios nos sacó del lodo cenagoso, y el pecado que es símbolo de esclavitud,  no se enseñorea de nosotros.

No tenga dioses ajenos, ten una relación personal, de amigo y confidente con Dios. Lo que somos, hacemos y nuestras expresiones y vocabularios tienen que reflejar que la gloria de Dios se ha manifestado en nuestras vidas, que dependemos de Él y  su Nombre debe ser exaltado.

Quitemos los dioses  visibles e invisibles para los hombres. No hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia. Hebreos 4:13. Otros pueblos adoraban a otros dioses, pero nosotros no podemos dejar que esas prácticas dominen nuestras vidas. Sometamos nuestros pensamientos al dominio del Espíritu de Dios. Jesús dijo que no se puede servir a dos señores(a Dios  y al  materialismo/mammon. Mateo 6:24). Saúl cayó en la idolatría por su obstinación y desobediencia y perdió la oportunidad de ser ungido como rey de Israel. Hay pérdidas cuando comprometemos el lugar de Dios.

¡Ten cuidado! ¿De quién dependes, a qué le dedica  más tiempo, más energía y recursos? No tengas dioses en tu corazón.