domingo, 25 de junio de 2017

Recuperar lo Perdido

Lectura: II Reyes 8:1-6

Pastora Belkis Fernández 

En esta ocasión Eliseo le advierte a la mujer sunamita de una hambruna que va a ocurrir. Ella abandonó su casa y sus propiedades y fue a tierra de filisteos. Siete años de escasez y de hambre, pudieron acabar con la vida de esta mujer y su familia, pero su obediencia marcó la diferencia.

Recientemente predicamos acerca de Elimelec, el cual salió de Belén a Moab, debido a una hambruna, pero salió sin consultar a Dios y murió en tierra de Moab y luego murieron sus dos hijos. También encontramos el caso de cinco hermanas que habían perdido el derecho de sus propiedades porque su padre había muerte y ellas apelaron a Moisés y recuperaron su tierra. (Num.27:6-8).

Esta mujer toma la iniciativa, consulta al esposo y decide irse a tierra de los filisteos por siete años. Al regresar encuentra que todos sus bienes están confiscados y pide ayuda al rey por sus derechos de propiedad. El criado de Eliseo cuenta el testimonio al rey y ahí llega la mujer con su hijo y pide su intervención. El rey ordenó que le devolvieran todas las cosas que eran de ella, los frutos de sus tierras desde el día que dejó el país hasta ese momento.

Lo que es tuyo, Jesús tiene la autoridad para devolvértelo, si la pérdida es producto del juicio de Dios, ora, ayuna y arrepiéntete, si es un proceso o una prueba, Dios pelea por tus derechos. Si el enemigo quiere confiscar lo que te pertenece, repréndelo en el nombre de Jesús. Recuerda conecta el escuchar con la obediencia, comparte la historia de la intervención divina en tu vida y sed generoso con los siervos/as de Dios que han estado caminando contigo.


domingo, 18 de junio de 2017

Ayuda a mí Incredulidad

Lectura: Marcos 9:17-29

Pastora Belkis Fernández 

Celebremos el día de los Padres y reflexionemos sobre la responsabilidad paterna de no solo proveer lo económico, sino de traer a Jesús a nuestros hijos/as, en un mundo donde su estructura de valores está en decadencia.

¡Oh generación incrédula! Esas fueron las palabras de Jesús y el padre le dijo,” ayuda a mi incredulidad”. Ser honesto y no esconder la realidad ayuda a la restauración.

Este joven se revolcaba, otros pueden reaccionar con palabras groseras, o un lenguaje no hablado de indisposición y hasta reaccionar con violencia.

Jesús le dijo, “Traedmelo”. El contacto con Jesús y la disposición del padre; permitió que de este diálogo saliera la solución. Los discípulos no pudieron hacer nada; hay casos que ameritan entrar a un nivel de oración y ayuno más profundo y no meramente orar, sin dar seguimiento.  

En la familia hay situaciones que obedecen a un problema de índole patológico psiquiátrico; alucinaciones, depresiones, y otros problemas se manifiestan con vicios, amistades dañinas, insatisfacción, quejas por todo, apatía hacia la búsqueda de solución, entre otras manifestaciones. El proceso de sanidad de Jesús lo incluye todo, cuerpo, alma, mente, espíritu, y el corazón. 

Un claro diagnóstico marca la diferencia, pues si no sabemos lo que pasa, entonces tardaremos en la solución del problema.! ¡Ayuda mi Incredulidad! Palabras que provocan a una reflexión de actitud de los padres y no solo enfocar el problema en los hijos/as.


domingo, 4 de junio de 2017

La Promesa del Espíritu Santo

Lectura: Juan 14:15-16

Pastora Belkis Fernández 

Jesús les dijo: “Ustedes demostrarán que me aman, si cumplen mis mandamientos. “Y yo le pediré a Dios el Padre que les envíe al Espíritu Santo, para que siempre los ayude y siempre esté con ustedes”. (Juan 14:15-16 TLA). La promesa está condicionada, a si guardamos su Palabra. El Espíritu Santo, es llamado, Espíritu de Verdad y es la Tercera persona de la Trinidad. Su trabajo es convencer al pecador, para que la mentira y el engaño salga a luz y haya cambios. 

El amar, guardar y obedecer su palabra son indicadores de recibir las promesas del Espíritu Santo. Jesús pide al Padre otro Consolador (paracleto, ayudador o consejero), uno igual, para que esté con el creyente por siempre.

¿El Espíritu Santo actúa?
  1. Enseñando y recordando su Palabra. Juan 14:25
  2. Convenciendo al mundo de pecado, de justicia y de juicio. Juan16:8-11
  3. Guiando hacia la verdad y advirtiendo de lo que ha de venir. Juan 16:13
  4. Glorificando a Jesús a través de la proclamación del evangelio. Juan 16:14

¿Cuál es el pecado más grande e imperdonable? El no creer en Jesús como el Mesías, Hijo de Dios. Satanás ha sido sentenciado por su orgullo, creyéndose ser igual a Dios y el mundo vive en oscuridad sin consultar a su Creador, creyéndose ser soberano y olvidando que somos un trozo de barro.

La tarea primordial es glorificar a Jesús, siendo testigos y proclamando el evangelio, trayendo a otros a recibir su promesa. La respuesta de Dios es gozo, peticiones respondidas y el desafío de un mayor alcance (Juan 14:12-14), ya que mayores cosas que las que Jesús hizo, haríamos, solo por la fe y para su gloria.