sábado, 28 de diciembre de 2013

Dad a Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es de Dios - Mateo 22:15-22

Pastora Belkis Fernández
                  
¿Sera cierto que le hemos dado a Dios lo que es de Dios o no será que nuestras obligaciones temporales lo ocupan todo?

Ante esta pregunta maliciosa, ¿Es licito dar tributo al Cesar?  Jesús responde con inteligencia espiritual; dale a Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es de Dios. Cumple con tus compromisos terrenales y temporales y civiles, pero cumple con tu Creador, ya que el ser humano es exclusivamente hecho a la imagen de Dios, y que Dios merece respeto y honra.  Lo terrenal y lo sublime depende del Altísimo.

Jesús no titubeó en decirles hipócritas, primero lo exaltaron con sus labios, reconociendo que Jesús es amante de la verdad y que enseña con verdad el camino de Dios, pero eran hipócritas, ya que en su corazón, tenían otros planes, su método malicioso no les funcionó. Jesús dijo muéstrenme esa moneda de un denario, la cual tenía un efigie de la imagen del Cesar. El Señor contestó con la verdad, la imagen era de Cesar, correcto, dale a Cesar lo de Cesar, pero a Dios, dale lo que le pertenece a Dios.

Hemos entregado a Dios lo que le pertenece, nuestros talentos, tiempo, disposición, esfuerzo, nuestra vida misma, nuestra familia, el fruto de nuestro trabajo; nuestra cotidianidad y dejar que su soberanía pueda gobernar todas las áreas de nuestras vidas?

Termina el 2013, y para muchos un año de cuantioso desbalance, desborde y francamente abusando de la gracia del Señor. Ese tipo de malicia continúa hoy; el querer robar la relación entre el creador y sus criaturas. Esos  líderes religiosos y políticos creyeron que su intención iba a prosperar, pero no fue así.

La inteligencia espiritual de Jesús lo llevó a responder con sagacidad. Jesús agregó el ser responsable con los deberes hacia nuestro Padre Celestial. Paga tus impuestos civiles, cumple con tus responsabilidades en la tierra, pero cumple con el Altísimo. Si  Jesús hubiese contestado que los judíos no debían pagar impuestos al emperador romano, iba a recibir una gran represalia y si decía que les pagaran a los judíos, le iban a acusar de desleal. El Señor sin rodeo alguno, reconoció las autoridades instituidas sin olvidar lo más importante y es la obligación de cumplir con Dios. Entremos al 2014 con un espíritu de obediencia, temor y respeto a Dios. Paguemos nuestra estadía aquí en la tierra; no ignores a sabiendas que tarde o temprano estarás frente a un  juez que te pedirá cuenta de todo.


domingo, 15 de diciembre de 2013

Tres virtudes cristianas - I Tesalonisenses 1:1-4


Pastor Pedro Julio Fernández
Los hermanos de la iglesia de Tesalónica en Macedonia recibieron la palabra de Dios en tiempo de gran tribulación, se convirtieron de los ídolos al Dios verdadero. Estos hermanos demostraron en la práctica que ciertamente habían nacido de nuevo. Eran nuevos tesalonicenses.
Esta gente realmente convertida impactó la vida de Pablo quien había sido el medio usado por Dios para llevarle el evangelio. Pablo hace memoria de la fe de estos hermanos de la forma tan activa como comenzaron a vivir vidas de testimonio y cambio. El servicio de amor a la obra de Dio se hizo manifiesto de una vez, cada vez que podía hacer algo por alguien lo hacían sin esperar  nada a cambio, solo por amor lo hacían. Pablo en 1 Tesalonicenses 1 realza la fortaleza de estos hermanos en la esperanza en Cristo en momentos de fuerte aflicción y vituperio.
La puesta en práctica de las virtudes cristianas es una especie de palanca que empuja la predicación holística del evangelio de Jesucristo. Los nacidos de nuevo manifiestan de una vez características semejantes a su Padre que los engendró y se comportan de la misma manera que él lo hace.
La fe, el amor y la esperanza son virtudes que deben adornar la vida de todo creyente. El que practica estas virtudes se convierte en ejemplo para los demás y hasta trasciende fronteras, en otras palabras, estas virtudes son conocidas y practicadas en el seno del hogar, el trabajo, centro de estudios, iglesias, etc.
De dones, favores, destrezas y muchas cosas más que Dios nos ha dado, las que permanecen ahora son la fe, el amor y la esperanza; por lo que no hay excusas para no ponerlas en operación como ya lo hicieron los hermanos tesalonicenses.
En 1 Corintios 13 Pablo hace comparaciones extremas entre hablar todo tipo de idiomas, tener profecía de alto nivel, poder de desmontar lugares, dar bienes materiales y hasta ofrecer mi cuerpo y el no tener amor, es como no tener ni hacer nada.
Manos a la obra y  a practicar estas virtudes cristianas.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Los que querían seguir a Jesús - Lucas 9: 57-62

Pastora Belkis Fernández

¿Por qué  nos concentramos en nuestras relaciones personales y familiares más que en Jesús?   Es grave  querer seguir a Jesús, pero condicionándolo a nuestras  necesidades.  Diría Jesús, te entiendo, sé que tienes asuntos que resolver con tu  familia,  pero  siendo honestos  vas a tomar el riesgo de quedarte atrás, ya que me quieres seguir pero a tu manera, superficialmente y  ninguno que pone la mano en el arado, mira hacia atrás.

Jesús  fue transparente al recordarles que las zorras tienen sus guaridas, las aves sus nidos, pero nuestro Salvador  no descansa en ningún ser humano. Estas tres  personas,  tipifican la gente que quieren seguir a Jesús, pero a su manera:

1. El primer hombre, no entendía que estaba frente  al  Hijo del Hombre. Si no sabemos de Jesús ¿Cómo pretendemos  seguirle? Jesús le presentó un panorama difícil.
2. El segundo hombre  tenía que enterrar a su padre y le pide un tiempo extra
3. El tercer hombre, le dijo  “te seguiré”, lo prometió,  pero primero quería resolver su problema y Jesús lo reprendió.

Prioriza las enseñanzas de Jesús. Aprende a sufrir, a ceder,  a imitar su fe, su amor y su tolerancia. Aprende a vivir en comunidad, ora en comunidad, crece en comunidad.  El seguidor de Jesús es un fiel  obrero. No es aquel que llega como un turista  y que actúa sin compromiso. El seguidor está dispuesto a perdonar,  a confesar y arrepentirse.  El  seguidor ara sin mirar hacia atrás sino hacia al frente. Ara buscando al enfermo, al hambriento, al cautivo y lo lleva a Cristo, para que Jesús ocupe el señorío en sus vidas. Dios conoce los corazones, al primer hombre le fue difícil seguirle, al segundo le aconseja lo que tiene que hacer y al tercero lo reprende, lo amonesta para que no vuelvas atrás.



domingo, 1 de diciembre de 2013

Espíritu de Cobardía - II Timoteo 1:3-7

Pastora Belkis Fernández

¿En algún momento ha sentido un bajón espiritual?  El  joven Timoteo, tuvo el ejemplo de dos grandes mujeres, su madre Eunice y su abuela Loida y aun así paso un proceso de desmotivación. La pasión de servirle al Señor ya no era la misma, hasta que el apóstol Pablo le dijo avíspate muchacho, no te dejes engañar, diría Pablo, estoy preso, pero no te dejes amilanar.

El enemigo de la justicia, no respeta nuestra posición espiritual, ni respeta a nadie, puede que seas un joven, un adulto o de edad avanzada; el desánimo y la cobardía puede que entre a nuestras vidas y sentirnos avergonzados.

El ambiente familiar favoreció para que Timoteo estuviese firme, esto no era garantía de que  no iba hacer zarandeado. ¿Qué significa ese Espíritu de cobardía al que se refiere Pablo? El desánimo, el crearnos expectativas con nosotros mismos, con nuestros padres biológicos o espirituales o nuestros conyugues e hijos, o de un amigo, o hermano y no lograrlas, o el pánico y temores con nosotros mismos. Pablo sospecha esta debilidad de Timoteo y le dijo que avives el fuego del Don de Dios.

Pablo le recuerda “la fe no fingida”, esto quiere decir que el fundamento que recibió fue verdadero, real y no una fe hueca. Seamos cuidadosos para que el ambiente vulnerable no impida el desarrollo espiritual, dado que es fácil echar hacia atrás y que entres en un descuido espiritual.

Dios nos ha dado un espíritu de poder, de amor y de dominio propio, no de cobardía. El poder es el producto de vivir una vida plena en el Espíritu y para ejercer sanidad y continuar encarnando a Cristo en la sociedad. El espíritu de amor es la actitud correcta para servirle a Dios y a nuestro prójimo. Espíritu de dominio propio para hacernos entender que por más sabios y entendidos que seamos, no debemos perder el control, y también para que cuando nos vaya bien, no nos enorgullezcamos sino que actuemos con mansedumbre y humildad.