domingo, 17 de febrero de 2019

El Espíritu Santo Enseña y Recuerda

Lectura: Juan 14:15-27

Pastora Belkis Fernández

El creyente tiene que ser enseñable, si no somos enseñables estamos perdiendo nuestro tiempo. El ingrediente que sazona y provoca obediencia es el amor y el Espíritu de Cristo es la tercera persona de la Trinidad. Ahora vendrá como “ríos de agua viva”, para sostenernos y dejar que el Espíritu de Jesús fluya en nosotros. Confesamos a Jesús, nacemos de nuevo, damos fruto de su fe; todo esto es parte de la evidencia del Espíritu de Cristo en nosotros. Jesús les anticipa que mayores obras harían, los apodera. Juan 14:12.

Jesús físicamente ya no estaría y los prepara para la misión, colocando un sí, condicional, para demostrar lo siguiente:
  1. Si me aman, demuéstrenlo guardando mi Palabra
  2. Si me aman les mostraré el Espíritu de verdad
  3. Si me aman el Espíritu morará y estará con ustedes
  4. Si me aman, yo les amaré y mi Padre también
El Señor sabía muy bien que en este mundo íbamos a pasar por turbulencias, situaciones que no podíamos controlar y solo la paz de Cristo es la que puede consolarnos con esperanza. Los discípulos iban a ser perseguidos, otros iban a ser torturados y les faculta para las pruebas que tienen que pasar.

Jesús es real, no va a dejarnos solo, volverá por nosotros y así como el resucitó, también nosotros resucitaremos y cuando regrese nos daremos cuenta de la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y de nosotros. Jesús te incluyó a ti y a mí, como parte de su equipo.! ¡Es algo glorioso! V.20. Sé enseñable y recuerda su Palabra y obedécela.

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