domingo, 3 de agosto de 2014

Consejos sobre la vida Cristiana - Hebreos 12:12-17

Pastora Belkis Fernández

La disciplina y en ocasiones el sufrimiento son parte del  entrenamiento de Dios  para formar nuestro carácter.  Hay que alentar y animar al que se encuentra desanimado. Una vida suave y de placer  a la larga esto le desagrada a Dios y podemos perdemos su gracia.
Así como los padres por amar disciplinan a sus hijos, así Dios nos disciplina por amor y  nos aconseja:

1.    Levantad las manos caídas
2.    Levantad las rodillas paralizadas
3.    Haced sendas derechas para vuestros pies
4.    Sanad al cojo para que no se salga del camino
5.    Seguid la paz y la santidad

El autor de hebreos, nos habla de dos ejemplos que pueden llevarnos a caer de su gracia. El de la planta amarga mencionada en Deuteronomio 29:18-19, recordándonos que hay personas que son como una planta amarga como la hiel, la cual produce una raíz   contaminante. ¿Cómo una persona en amargura puede predicar de la gracia de Dios? El otro ejemplo es el de Esaú, el cual priorizó lo temporal, lo externo.  Esto trae estorbo, raíces de rencor, odio y menosprecio, de manera que  muchos son contaminados.

El desánimo  espiritual hay que combatirlo levantando las manos caídas y las rodillas paralizadas,  enderezando camino a través de las Escrituras, sanando al cojo y siguiendo la paz y la santidad. No corriendo con el modelo del mundo de  apariencia física, de materialismo y de la vanidad.



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