Lectura: I Timoteo 5:8
Pastora Belkis Fernández
A pesar que el apóstol Pablo se refiere al contexto de viudas y mujeres que habían quedado con doble responsabilidad, este consejo se aplica a los hogares de ese tiempo, pues cuando hay descuido en el hogar, podríamos estar negando la fe y caer peor que un incrédulo.
Veamos dos ilustraciones:
- Dios probó la fe de Abraham por su obediencia. Él tomó su hijo único Isaac y lo ofreció en holocausto. Se levantó de mañana y tomó leña y la puso sobre Isaac su hijo único.
- El Pueblo de Dios: Institución de la Pascua y la Protección por familias. La sangre en los postes y en el dintel de la casa, para que la muerte tenga que saltar. Éxodo 12:3-7 y Éxodo 12:13.
Resultados cuando Dios interviene, como Jehová Jireh:
- El hogar no es una carga, sino un pedazo del cielo, de sacrificio por amor. Dios pone su gracia
- Adoramos en familia y estructuramos un espacio de adoración
- Evaluamos nuestras faltas, sin sentirnos ofendidos hasta formar el carácter de Cristo
- La autoridad de los padres hacia los hijos es restaurada ante las amenazas presentes
- Dios proveerá lo que haga falta y levanta aquellos que han caído, así como lo hizo con el hijo pródigo.
Abraham convirtió su prueba, en una oportunidad de adoración, la congregación de Israel recibió protección y fue librado de la muerte, cuando hizo un sacrificio en obediencia. El Padre Celestial reveló en Abraham e Isaac, su plan de proveer a Jesús para nuestra salvación.
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