domingo, 12 de agosto de 2018

Una Renovación Completa

Lectura: Romanos 12:1-2
Pastora Belkis Fernández

¿Quién ha conocido la mente del Señor? ¿Quién llegó hacer su consejero? A veces pensamos que podemos leer el pensamiento de Dios. Pablo dice porque de Él, por El y para El son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Rom 11:34

El apóstol Pablo reconoce cuán grandes son las misericordias de Dios, y de ahí pide que sometamos nuestras vidas en un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Un sacrificio distinto a como lo hacían en el antiguo pacto, llevando un animal para ser sacrificado y de esa forma obtener la redención de su pecado, sino más bien colocando el cuerpo y la mente como un terreno en el cual tenemos que estar cuidando, para así morir al pecado y como creyente ser instrumento de justicia.

El ser humano es fácil de acomodarse a lo que ve, lo que oye y lo que cree que necesita, por esa razón dice no nos conformemos a los valores y conducta que predomina en este mundo, sino que procedamos a una renovación completa que nos permita comprobar su perfecta voluntad.

¿Qué pasa cuando hay una renovación completa?
  1. Disciplinamos la mente, llenándola de las Escrituras 
  2. Vivimos sin correr ni seguir la moda o los valores del mundo 
  3. Mantenemos una actitud humilde, aplicando la cordura sobre nosotros mismos 
¿Cómo sometemos a prueba nuestra voluntad en nuestra vida diaria? ¿Realmente usamos la mente y la razón para comprobar la aprobación de Dios? ¿Tomamos decisiones solo en la esfera de las emociones?

Necesitamos una renovación por completa, de manera que ningún tipo de circunstancias nos mueva de nuestra forma de pensar. Todo esto es para llegar a la conclusión que somos instrumentos de justicia que buscamos ofrecer a diario un culto racional, renovándonos íntegramente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario