Pastora Belkis Fernández
Seamos reparadores de grietas y de huecos para que el enemigo no entre y robe lo que nos pertenece. Repararemos lo que hoy se convierten en amenazas. Seamos fieles. Dios demanda humillación y hacer justicia social; ese es el verdadero ayuno, el ser compasivo y no depender de momentos, eventos de emoción que así como entran salen de nuestras vidas. Haz el siguiente chequeo de integridad, si es que en verdad eres un reparador espiritual:
• Deja de vivir de apariencia de ser cristiano (si así fuere), de practicar ayuno que no sube ni al techo donde te cobijas. El que vive de apariencia a la larga fracasa.
• Despréndete del egocentrismo e individualismo y practica la justicia social
• Libera al oprimido, comparte el pan con el necesitado, provee refugio al desamparado
• Controla tus labios para no hablar vanidad y tener el dedo acusador
Dios promete estar con nosotros, pastorearnos y ser un manantial permanente de aguas. Pero hay un “si”, condicional y es que respetemos el día del Señor y no nos ocupemos de hacer nuestra voluntad y dedicarnos a nuestros negocios. El día del Señor es un día santo y consagrado para Dios, entonces Dios nos pondrá como gobernantes y nos dará bienes y permitirá que disfrutemos la herencia que nos ha entregado.
Esdras restituyó la importancia de la Ley (Las Escrituras), el que vive sin el manual de Dios se expone a desgracia, de ahí de restaurar las Escrituras, en el centro de nuestros corazones. Nehemías, restauró los muros de la ciudad, para que los enemigos no vengan a destruirlos, él tuvo que enfrentar a muchos enemigos. El rey Asa, quitó los ídolos abominables a Dios y reparó el altar de Jehová, entre otros que fueron reparadores de portillos. Dejemos la apariencia y seamos fieles a Dios, practicando justicia al agraviado y humillándonos al Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario