Pastora Belkis Fernández
Termina el 2014 y nos damos cuenta que ocurrieron cosas inesperada y que no pudimos controlar. ¡Qué limitado es el ser humano! Reviso mi diario y mis metas que hace un año escribí y entiendo con más amplitud su soberanía y providencia. Gracias porque en los momentos más difíciles de este año 2014, el Señor estuvo ahí.
“Si Dios quiere”, es una expresión de su soberanía; no hay temores de malas noticias, a pesar de no tener control del futuro. Santiago amonesta a comerciantes que planificaban sus viajes de negocios y les recuerda que ellos no tenían control del mañana. ¿Crees que puedes controlar tus planes para el 2015?
En Lucas 12: 16-21, Jesús comparte el ejemplo de una persona que creía que tenía dominio sobre su futuro y su avaricia lo hizo olvidar que la vida es breve y que no se puede estar acumulando para sí.
Pablo decía, “Si Dios quiere”, pasaré un tiempo con ustedes. 1 Corintios 16:7. “Si Dios quiere”, iré para saber si además de hablar, hacen lo que dicen. 1Cor.4:19. Aun para ir a corregir a los Corintios, pone sus metas en las manos de Dios.
Cuidado con el otro extremo de resignarse a una vida sin planificación o ser negativo; o vivir sin importarle nada. Deja que el Señor gobierne tus sueños, tus metas, tu pasión. Seamos prudentes, mantén buena mayordomía en todo y deja que tus palabras estén sazonadas de su Espíritu. (Amos 5:13/Col.4:5-6).
Acompaña la expresión, “Si Dios quiere”, con un espíritu de dependencia, de “hacer su voluntad”, ¡Cuidemos las palabras! Que el Señor nos dé un bendecido 2015, perseverando en oración, amando a Dios y sirviendo a nuestro prójimo.
domingo, 28 de diciembre de 2014
domingo, 14 de diciembre de 2014
No hubo lugar - Lucas 2:7-14
Pastora Belkis Fernández
Para Jesús, no hubo lugar en el mesón y tuvo que nacer en un pesebre, rodeado de animales y en condiciones precarias, pero estaba rodeado de la Gloria de Dios. Pastores de ovejas, gente no muy apreciada presenciaron la manifestación gloriosa de su nacimiento. La impresión de esos pastores fue de temor, hasta que el ángel les dijo, no tengan miedo, estén contentos porque su Salvador ha nacido.
El nacimiento de Jesús no fue como cualquier otro ser humano, ya que era el Hijo de Dios encarnado en su doble naturaleza humana y divina. Hay personas que no tienen un lugar para Jesús; así como no hubo en el mesón un lugar para su nacimiento.
Cuidémonos de la soberbia, de la arrogancia, la depravación, la competencia o la apatía espiritual. No dejemos a Jesús como un niño marginado en un pesebre.; veamos a Jesús como el Salvador que vino para ser conocido como la imagen visible del Dios invisible, ¡Cuidado! si estamos como Felipe, que aún no le conocemos. Jesús le respondió, “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”. Juan 14:8-9.
Dios se revela al humilde, así como se reveló a esos pastores; no importa la circunstancia que esté pasando, no pierdas el gozo, ni te dejes amedrentar por las amenazas del enemigo. Al incrédulo dice el apóstol Pablo que el el dios de este siglo le cegó el entendimiento. 2 Corintios 4:4.
Celebremos la navidad, con humildad, gozo y agradecimiento. Entrega tu vida completa a Jesús y no en un rincón marginado. ¿Habrá nacido Jesús en nuestros corazones? O ¿Aun estamos atemorizados? O ¿Todavía no disfrutamos la alegría de tener a nuestro Salvador?
Para Jesús, no hubo lugar en el mesón y tuvo que nacer en un pesebre, rodeado de animales y en condiciones precarias, pero estaba rodeado de la Gloria de Dios. Pastores de ovejas, gente no muy apreciada presenciaron la manifestación gloriosa de su nacimiento. La impresión de esos pastores fue de temor, hasta que el ángel les dijo, no tengan miedo, estén contentos porque su Salvador ha nacido.
El nacimiento de Jesús no fue como cualquier otro ser humano, ya que era el Hijo de Dios encarnado en su doble naturaleza humana y divina. Hay personas que no tienen un lugar para Jesús; así como no hubo en el mesón un lugar para su nacimiento.
Cuidémonos de la soberbia, de la arrogancia, la depravación, la competencia o la apatía espiritual. No dejemos a Jesús como un niño marginado en un pesebre.; veamos a Jesús como el Salvador que vino para ser conocido como la imagen visible del Dios invisible, ¡Cuidado! si estamos como Felipe, que aún no le conocemos. Jesús le respondió, “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”. Juan 14:8-9.
Dios se revela al humilde, así como se reveló a esos pastores; no importa la circunstancia que esté pasando, no pierdas el gozo, ni te dejes amedrentar por las amenazas del enemigo. Al incrédulo dice el apóstol Pablo que el el dios de este siglo le cegó el entendimiento. 2 Corintios 4:4.
Celebremos la navidad, con humildad, gozo y agradecimiento. Entrega tu vida completa a Jesús y no en un rincón marginado. ¿Habrá nacido Jesús en nuestros corazones? O ¿Aun estamos atemorizados? O ¿Todavía no disfrutamos la alegría de tener a nuestro Salvador?
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