domingo, 13 de noviembre de 2016

El Reino de Dios es para Valientes

Lectura:  Mateo 11:17

Pastora Belkis Fernández

Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. (Biblia VRV 1960).
Desde que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino de Dios avanza a pesar de sus enemigos. Sólo la gente valiente y decidida logra formar parte de él. (Biblia TLA).

Juan estaba preso por predicar la verdad y posiblemente tenía otra expectativa acerca de Jesús como el Mesías; quizás que resolviera el problema político y social de los judíos y que enfrentara a los romanos. 

Cuando Juan manda a preguntar acerca de Jesús, ¿Cuál fue la respuesta de Jesús?
  1. Jesús no dice nada cerca de su identidad, sino le dijo díganle lo que está sucediendo
  2. Jesús admira a Juan y reconoce que vino a preparar el camino para El 
  3. Jesús reconoce que es a partir de Juan que se inicia el Reino de Dios y la era del cristianismo.
Solo los valientes que estén dispuestos a luchar por su salvación, formarán parte de su reino. La indiferencia y la apatía no puede sorprendernos, desde Juan ha sido notoria. Para ilustrar mejor la respuesta que dieron la gente al mensaje de Juan y de Jesús, el compara esta generación, a los muchachos que llaman a jugar a otros y no hay una respuesta, ni para jugar a tocar la flauta, o jugar a la fiesta o jugar a los funerales.

El Reino de Dios es para valientes que responden a Dios, se arrepienten de sus pecados y obtienen y retienen su salvación. El reino de Dios es para aquellos que están dispuesto a valorar el sacrificio de Jesús en la cruz. 


domingo, 6 de noviembre de 2016

El Señor y la Voluntad de Dios

Lectura:  Mateo 7:21-23
Pastor Pedro Julio Fernández

Una cosa es llamar Señor a Jesús y otra cosa es hacer su voluntad. Muchos están equivocados en declararse como cristianos, pero no hacen la voluntad de Dios sino la de ellos

Una cosa es llamar Señor a Jesús y otra cosa es hacer su voluntad. Muchos están equivocados en declararse como cristianos, pero no hacen la voluntad de Dios sino la de ellos. El profeta Isaías hace uso de un dicho popular de que el becerro conoce a su dueño y el asno el pesebre de su Señor, pero su pueblo no tiene conocimiento (Isaías 1:3).

La voluntad de Dios en el sermón del monte es que se haga su voluntad. Dios espera que el que oye su palabra la ponga en práctica como un estilo de obediencia. Los que practican la voluntad de Dios y están bajo su señorío son los primeros beneficiados, ya que cuando vengan los problemas, pruebas, aflicciones y tribulaciones su casa no se moverá porque está construida sobre la roca (Mateo 7:21-23).

Será penoso que gente que aquí en la tierra llamó a Jesús Señor sean descartados en el cielo porque no hicieron la voluntad de Dios. Saúl perdió el apoyo de Dios y también el reinado por no haber obedecido a Dios (1 Samuel 15)


¿Y por qué me llamáis: “Señor, Señor”, y no hacéis lo que yo digo?   Todo el que viene a mí y oye mis palabras y las pone en práctica, os mostraré a quién es semejante:  es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó hondo y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente dio con fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien construida. Pero el que ha oído y no ha hecho nada, es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin echar cimiento; y el torrente dio con fuerza contra ella y al instante se desplomó, y fue grande la ruina de aquella casa (Lucas 6:46-49).