domingo, 28 de enero de 2018

Generosos para con Dios

Lectura: Génesis 14:18-23
Pastora Belkis Fernández

La generosidad es una virtud que debe ser cultivada por todos los creyentes, es una entrega sin esperar ningún beneficio a cambio. En Génesis 14:18 Melquisedec, rey y Sacerdote de Salem, de quien no se sabe su genealogía ni registro alguno bendijo a Abraham quien iba a busca de rescatar a Lot y a las demás personas cautivas de Sodoma. Melquisedec es el modelo de Jesús en su doble rol de rey y sacerdote y su nombre es rey de justicia.

Abraham recibió la bendición de Melquisedec y al regresar de la victoria, llevó los diezmos de todo el botín recuperado y devolvió el resto del dinero al rey de Sodoma, quien insistía para que Abraham lo tomara como compensación por su trabajo, pero él no aceptó su oferta porque luego iba a decir que las riquezas de Abraham venían de él y no del Dios Altísimo. Además de que lo que hizo lo hizo por la generosidad y no por nada a cambio.

¿A quién tú le atribuyes lo que tienes? ¿Por qué Abraham no tomó los bienes que le ofreció el rey de Sodoma?

Luego Dios hizo un pacto con Abraham y su fe le fue contada por justicia. (Gén.15:6). Jacob nieto de Abraham tomó el ejemplo de su padre y de su abuelo e hizo voto en Bethel, pidiendo protección y provisión y ofreció dar el diezmo de todo lo que Dios le diera.

Mantén tu generosidad para con Dios, no comprometas lo que a Dios le pertenece. ¡Ten una generosidad voluntaria! Jesús te bendice, te sostiene, te da el pan diario, no lo desprecies.

¿Quieres ser rico para contigo mismo o para con Dios?

domingo, 21 de enero de 2018

Satanás se Aparta por un Tiempo

Lectura: Lucas 4:13
Pastora Belkis Fernández

Cristo orando, ayunando y lleno del Espíritu Santo fue tentando. La Escritura dice que el diablo lo atacó y se fue para volver en un momento más oportuno para él. ¿Qué será de un creyente que no ora constantemente? Satanás vuelve a provocar y a presentarse como una opción. Hay que tener mucho cuidado.

El diablo regresó para tentar a Jesús en la persona de uno de sus apóstoles. Dice Juan 13:27 que cuando Judas comió el pan, Satanás entró en su corazón y este hombre hizo lo que ya tenía programado hacer. Judas no estaba en guardia y al igual que Acán (Jueces 7). La avaricia terminó dominando su corazón y entregó a una persona inocente. Jesús oraba para no caer en tentación y porque sabía que el adversario iba a regresar.

Hebreos 5:7 dice que Jesús en los días de su humanidad ofreció oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía librarle de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Pablo en Efesios 4, nos manda a vivir vidas nuevas y renovadas y a no darle lugar al diablo.

Jesús fue rechazado en su vecindad, se burlaban de él y decían que tenía demonios. El conocía el corazón de ellos, en ocasiones le hacían preguntas capciosas para tentarle, pero la forma de responder lo dejaba atónitos. A pesar del rechazo sufrido, las burlas y golpes, en ningún momento le dio lugar al diablo. Cuando se acercaba su muerte, Jesús les dio ejemplo a sus seguidores de orar para no caer en tentaciones. (Lucas 22:46). Hoy tu vences al diablo, pero luego vuelve.

domingo, 14 de enero de 2018

¿Está Limitado el Poder del Señor?

Lectura: Números 11:21-23

Pastor Pedro Julio Fernández

Dios mismo le preguntó a Moisés si su poder estaba limitado, acortado, o disminuido. Aun los creyentes confiesan que Dios todo lo puede, pero no todos lo creen. Moisés se asustó porque Dios le dijo que iba a dar de comer carne por un mes a más de 2 millones de personas en el desierto.

Si uno hace un recuento desde la Creación hasta este episodio con Moisés, ¿Cuáles cosas destacan el poder y la grandeza de Dios como para pensar ahora que su poder se agotó?

A grandes rasgos vemos que Dios hizo lo creado [lo que se ve y lo que no se ve]. Castigó al mundo antiguo con el diluvio universal, cambió el lenguaje por muchos lenguajes en Babel, llamó a Abraham y le dio la promesa de la tierra de Israel. Levanto a José como preservador de vidas. Sacó al pueblo de Egipto con grandes y poderosos testimonios como la pascua, abrir el mar Rojo, enviar maná, darle agua de la roca, nube de día y columna de fuego de noche.

Ahora que el pueblo se queja y quiere carne Dios le dice a Moisés que le dará carne no por un día ni dos, sino por un mes entero y Moisés se sorprende y duda que Dios pueda hacer esto y le dijo a Dios: “El pueblo, en medio del cual estoy, llega a seiscientos mil de a pie; y tú has dicho: “Les daré carne a fin de que coman, por todo un mes.” ¿Sería suficiente degollar para ellos las ovejas y los bueyes? ¿O sería suficiente juntar para ellos todos los peces del mar?

Me gusta cómo Dios responde a Moisés con otra pregunta: ¿Está limitado el poder del Señor? Ahora verás si mi palabra se te cumple o no.

domingo, 7 de enero de 2018

Oye y Obedece

Lectura: Deuteronomio 6:4-9
Pastora Belkis Fernández

Oír y obedecer son palabras repetitivas en Deuteronomio. Oye que Jehová nuestro Dios Uno es. Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, son Uno. El ser humano es uno, aunque tenga un cuerpo, alma y espíritu. Oír y obedecer es un mandato bíblico cuando es por amor y se beneficia el que lo practica.

Moises aconseja que oiga y obedezca su Palabra, por amor a Dios. El mensaje es amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Amar a Dios no puede ser un amor barato ni como el camaleón, según las circunstancias.

Agotamos muchas veces más tiempo, empleando los ojos y las manos que el prestar atención y escuchar. El escuchar esta en extinción y esto nos conduce más y más hacia una vida vacía e insatisfecha. Los ojos pueden conducirnos a la lujuria y a la vanidad de la vida. Emplear el método repetitivo, escuchar, leer y mucho menos meditar está en peligro.

Hay que ser genuinos maestros del amor de Dios, hay recompensa para el hijo que obedece a su padre biológico, para el trabajador que escucha el consejo apropiado, para el estudiante que presta atención, para la congregación que anuncia el mensaje de amor y esperanza. Escucha, Ama y enseña la Escritura diligentemente, no solo en un púlpito o buscando tus intereses sino con un estilo de vida Cristo céntrico. Enseña con tu ejemplo, enseña a repetir, a memorizar y a vivir como Jesús vivió.