domingo, 31 de marzo de 2019

Consolados para Consolar

Lectura: 2 Corintios 1:3-7

Pastora Belkis Fernández

Cuando Dios nos da consuelo nos entrena y capacita para que nosotros consolemos a otros.

Dios toma la iniciativa de consolarnos para enseñarnos a consolar a otros. La palabra consuelo se repite 10 veces en apenas 5 versículos. Consuelo viene de la palabra griega, “paraklesis” que significa “ayuda” y se refiere al siguiente pasaje: “Y yo le pediré a Dios el Padre que les envíe al Espíritu Santo, para que siempre los ayude y siempre esté con ustedes. Él les enseñará lo que es la verdad”. Juan 14:16-17. ¿Qué observamos en el apóstol Pablo?:
  1. Dios es Dios de toda consolación, padre de misericordias. 1 Cor.1:3
  2. Dios toma la iniciativa de consolarnos para que nosotros consolemos a otros
  3. La magnitud del problema no importa. Las aflicciones por grandes que sean, así será la consolación de grande. 1 Cor. 1:5
¿Cómo puedo practicar la consolación si nunca he sido afligido? ¿Cómo respondo ante mi sufrimiento?

En los vencedores de la fe aparecen también aquellos que experimentaron vituperios y azotes como se dice en Hebreos 11:36 y 39. Job, también sufrió y en su proceso al final fue que pudo conocer a Dios. El apóstol Pablo sufrió y su énfasis era la cruz de Cristo. Una iglesia ejemplar fue la de Tesalónica que en medio de la aflicción pudo superar sus momentos difíciles y aguantar tribulaciones por su paciencia, fe y amor y solidaridad hacia los demás. 2 Tes.1:3-5.

Jesús mismo en el sermón del monte nos dijo que son felices aquellos que por su causa son vituperados. Mateo 5:10-11. Seamos compañeros en la aflicción, así también compañeros en la consolación.

domingo, 24 de marzo de 2019

El Poder de la Sangre de Cristo

Lectura: Hebreos 9:11-14

Pastor Pedro Julio Fernández

Es capaz de limpiar cualquier conciencia de obras muertas y la mancha del pecado. Ni la lejía ni el jabón, ni la sangre de animales ofrecida en ritos religiosos pueden limpiar el pecado de la gente. Tampoco las religiones, las buenas costumbres, la disciplina, el deporte, el arte y la cultura pueden limpiar los pecados. Ni la ciencia y la tecnología con todos sus avances lo pueden hacer. Los poderíos militares y económicos no pueden, solo la sangre de Cristo nos limpia de todos los pecados.

Cuando Juan envió la carta universal a los creyentes les recordó que no pecar era sinónimo de andar en la luz, y que la práctica del pecado es el equivalente a vivir en las tinieblas. También abrió teológicamente la esperanza de que la sangre de Cristo nos limpia de todo pecado y que abogado tenemos para con el Padre si cometemos una falta, la reconocemos y nos apartamos de ella.

El autor de la carta a los Hebreos nos recuerda de qué forma operaban los sacrificios en el AT, especialmente la sangre de los animales para comparar la eficiencia y alcance del sacrificio de Cristo. Aquellos eran de efectos temporales y cada año había que hacer lo mismo. En cambio, la sangre de Cristo tiene tanto poder que purifica nuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo.

¿Nota la diferencia? Nos limpia de pecado y nos da la oportunidad de servir a Dios cuando no servíamos para nada. El episodio narrado por el profeta Isaías en su libro capítulo 6 refleja mejor lo que aquí estamos hablando. “Esta brasa ha tocado tus labios.”

Con ella, Dios ha quitado tu maldad y ha perdonado tus pecados». Enseguida oí la voz de Dios que decía: “¿A quién voy a enviar? ¿Quién será mi mensajero?” Yo respondí: “Envíame a mí, yo seré tu mensajero” Dios lo limpia y lo usa como mensajero. ¡Gloria a Dios!

domingo, 17 de marzo de 2019

El Valor de una Oveja

Lectura: Lucas 15:1-7

Pastora Belkis Fernández

Jesús se preocupa por los perdidos, no les importó las críticas y así introdujo el valor de un ser humano perdido a través de una oveja perdida diciéndole:

“Si alguno de ustedes tiene cien ovejas, y se da cuenta de que ha perdido una, ¿Acaso no deja las otras noventa y nueve en el campo y se va a buscar la oveja perdida? Y cuando la encuentra, la pone en sus hombros y vuelve muy contento con ella.

Jesús dijo en una ocasión, Yo soy el buen pastor… daré mi vida por mis ovejas. Juan 10:11-12. ¿Le reprocha un buen pastor a la oveja perdida?, ¿La rescata dependiendo del problema? ¿Le cuesta arriesgarse?

Otro ejemplo del valor de una oveja, lo vemos en David cuando convence al rey Saul que él debe pelear con el gigante Goliat:

David le contestó: Yo soy pastor de las ovejas de mi padre. Pero si un león o un oso vienen a llevarse alguna oveja, yo los persigo, los hiero y les quito del hocico la oveja. Y si el león o el oso se me echan encima, yo los golpeo y los mato. Y eso mismo voy a hacer con este filisteo, pues ha desafiado a los ejércitos del Dios vivo. Si Dios me ha librado de las garras de leones y de osos, también me librará de este filisteo. 1 Sam.17:34-37.

El que se opone a nosotros, desafía a Jehová de los ejércitos. El cuidado tierno de Jesús es genuino, a las ovejas más vulnerables, al encontrarla la coloca en sus hombros y comparte el gozo con sus vecinos, es un gozo comunitario.

¿Quién te puedes librar? No te des por vencido ante las amenazas, compórtate como Jesús, rescata al perdido; toma el riesgo, como David y créele a un Dios vivo, que, a través de Cristo, te exonera del maligno.

domingo, 10 de marzo de 2019

Corazón Obstinado

Lectura: 2 Crónicas 36:11-16

Pastor Pedro Julio Fernández

Sedequías era mayor de edad y podía asumir todas sus responsabilidades. Comenzó a practicar las cosas moralmente malas y fue amonestado de buena manera por el profeta Jeremías quién hablaba de parte de Dios. Políticamente actuó de forma errada al romper unilateralmente un convenio con Nabucodosor rey de Babilonia.

Este hombre fue duro para humillarse y se hizo mas terco y arrogante mientras Dios le enviaba profetas para ayudarle con su mal proceder. El mal ejemplo de este líder afectó a los demás, quienes se dedicaron a lo peor. Traicionaron a Dios en gran manera, pues siguieron las odiosas costumbres de los países que adoraban dioses falsos. También se comportaron de manera terrible en el templo de Dios, el cual había sido dedicado a su adoración.

Cuando la persona se obstina en hacer el mal, a pesar de haber alguien enseñándole el buen camino y los principios del buen vivir, las consecuencias son devastadoras. Por el contrario, a la persona se le recomienda esto: Si oyes hoy su voz, no endurezcas tu corazón, como lo hizo el pueblo hebreo en la provocación, en el día de la tentación en el desierto (Hebreos 3:7-8;15).

Observe el proceder de Sedequías: No obedeció a Dios. No le hizo caso al profeta Jeremías cuando éste le dio mensajes de parte de Dios. Fue muy orgulloso y terco. Nunca quiso arrepentirse ni obedecer al Dios de Israel. No cumplió sus compromisos políticos.

Observe el proceder de Dios: Envió mensaje de buena intención para ayudar a Sedequías y para ayudar al pueblo en general. Agotada la oportunidad de arrepentimiento, porque la gente siempre se burlaba de los mensajeros de Dios y de los profetas, y no les hacían caso. Dios ya no aguantó mas y, muy enojado, decidió castigarlos.