domingo, 29 de marzo de 2015

Décimo Mandamiento: No Codiciarás - Éxodo 20:17

Pastora Belkis Fernández

Hay personas que al final de su proyecto de vida, entienden que gastaron energías y esfuerzos que luego se tornan inútiles.

La codicia es un deseo extraviado de querer lo ajeno. El Señor conoce cuando hay codicia por la casa ajena, por la mujer o el hombre ajeno o el carro o cosas que posee alguien. El no codiciar incluye no matar, robar, adulterar y hablar falso testimonio.  Hay dos ejemplos  visibles, el de David y el de Acan. En 2 Samuel 12, Jehová  envió al profeta Natán a amonestar a David y en una metáfora le presentó su propio caso y la sentencia de  muerte. El otro caso es de Acan, en Josué 7:21, el codició y dijo: vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codicié y tomé; y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda.

Para Jesús todo tipo de afán, que impide que la Palabra de Dios penetre  y fructifique, es por la codicia.  Según Marcos 4:18-19. 

La codicia hace que se pierda todo, lo codiciado y lo no codiciado; David perdió al niño que tuvo con la mujer de Urías y a otros tres hijos más (Amnón, Absalón y  Adonías). Acan lo perdió todo. El codicioso  está desnudo ante Dios. El resultado de la codicia es una insatisfacción que trae  muerte y pérdida. Estemos contentos con techo y abrigo y recuerda que la codicia es la raíz que genera otros pecados. ¡Ten cuidado!

domingo, 22 de marzo de 2015

Pastor Invitado

Invitado Pastor Rafael Reyes
Lectura: I Samuel 2:12
"Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová." RVR




domingo, 15 de marzo de 2015

No tengas temor - 1 Reyes 17:12-14

Invitado: Hno. Nahúm Fernández

17:12 Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.
17:13 Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.
17:14 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.


domingo, 8 de marzo de 2015

Noveno Mandamiento: No hablar falso testimonio

Lectura: Éxodo 20:16
Pastora Belkis Fernández

Los creyentes no podemos rebajarnos al chisme, ni hablar falso testimonio ya que nuestros estándares de santidad deben reflejarse en cada palabra que expresamos en nuestros hogares, en el trabajo, en la iglesia y aun en una conversación telefónica.

¡Qué fácil es dañar la reputación de alguien! Seamos cuidadosos de no hablar una información que no es la correcta. No  toda la verdad se dice;  no se convierta  en un personal de una agencia  publicitaria. Maneje la verdad con discreción; sea parte de la solución y no del problema. Pienso en Job, cuando en su momento de prueba sus amigos acabaron con su reputación y ¡cuánto le dolió! Puede que conozca en parte la verdad, pero no toda la verdad.

Salomón, lo explica mejor en Proverbios 6 al retratar al hombre malo como aquel que tiene perversidad de boca y en su corazón.  El que siembra  discordia trae separación, odio y malos entendidos. Dentro de las seis cosas y aun siete que aborrece el Señor, está el testigo falso que habla mentiras y el que siembra discordia entre hermanos. La discordia es sinónimo de desacuerdo, disconformidad,  discrepancia, desavenencia y oposición. Ni siquiera hay medicina para el que siembra discordia según Salomón. No lo que entra en la boca contamina; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre, expresó Jesús en Mateo 15:11.

¿Por qué la amistad que tenías con alguien no es como antes? Puede que alguien  sembró discordia y envenenó su corazón. No destruyamos la relación de hermandad, no seamos participes de la calumnia, ni de exageraciones y rumores.  Cuidemos nuestra lengua.


domingo, 1 de marzo de 2015

Predica por: Rev. Ian Fitzpatrick

Juan 17:15-19
17:15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
17:16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
17:18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
17:19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.

Biblia Reina Valera 1960