domingo, 15 de octubre de 2017

Jesús: Un Llamado en Alta Voz

Lectura: Juan 7:37-39

Pastora Belkis Fernández

La persona que tiene sed debe buscar el agua que lo sacie. La sed es el equivalente del vacío que se llena y se vacía de nuevo. Dios está clamando por sedientos desde el Antiguo Testamento (Isaías 55:1) hasta el libro de Apocalipsis (Apocalipsis 22:17) para darles agua.

Ahora, en el último día de la fiesta de Tabernáculo, Jesús se puso en pie y en voz alta dijo:
“El que tenga sed, venga a mí. Ríos de agua viva brotarán del corazón de los que creen en mí como dice la Escritura”. Dicen comentaristas que en el último día de la fiesta hacían una procesión y colocaban un recipiente con agua en el templo, para que no haya amenazas de sequías. Jesús anticipaba la llegada oficial del Espíritu Santo, con su muerte en la cruz del calvario.  ¿Por qué en alta voz?
  • Porque Jesús manifiesta su carácter mesiánico como el único que puede saciar nuestra sed interna, nuestros vacíos y nuestra soledad.
  • Porque el que cree en Él no tendrá sed jamás. Juan 6:35
  • Porque es para aquellos que no han podido ser saciados ni con la religión, ni con los placeres del mundo ni con sus caprichos culturales de su época. Así le dijo a la mujer samaritana que el agua que ofrece saltaría para vida eterna. Juan 4:13-14.

Tal como dice el apóstol Pablo tenemos ahora redención por su sangre, el perdón de pecados por su gracia y oímos su Palabra de verdad, el evangelio y habiendo creído fuimos sellados con el Espíritu Santo de la promesa. El que creyera en él de acuerdo a las Sagradas Escrituras, de su interior correrán ríos de gozo y alegría como resultado de la salvación.

domingo, 8 de octubre de 2017

El Hoy de Jesús: Tiempo de Salvación

Lectura: Marcos 1:14-15

Pastor Pedro Julio Fernández

Jesús vino después de Juan y entre ambos predicaron el mismo mensaje, es decir, arrepentimiento y perdón  de pecados para la salvación. Algunos pensaban que Jesús iba a modificar el mensaje de Juan trayendo otro, pero el “hoy” de Jesús es un tiempo se salvación para todos aquellos que aceptan el mensaje de Dios.

El evangelio de Marcos es quien mejor se refiere a Jesús y el inicio de su ministerio al decir: Después que Juan había sido encarcelado, Jesús vino a Galilea proclamando el evangelio de Dios,  y diciendo: El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio (Marcos 1:14-15).

Como Juan era la voz que clamaba en el desierto, el heraldo de Jesús no fue contradicho por este cuando llegó su momento, sino que el llamado fue de que el tiempo de espera se había cumplido, que el reino que él mismo inaugura ya llegó y que solo hay que arrepentirse y creer a las buenas nuevas.

En el libro de Hebreos nos dan una gran advertencia sobre el “hoy” de Jesús. Entre tanto que se dice: Si oyen hoy su voz, no endurezcan vuestros corazones, como en la provocación. ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés? ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?  Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad (Hebreos 3:7-11).

Hoy es día de salvación, no endurezca tu corazón ni pongas a Dios a prueba en su paciencia.


domingo, 1 de octubre de 2017

Lo Edificante y Provechoso para Todos

Lectura: I Corintios 6:12; 10:23-24

Pastor Pedro Julio Fernández

Los que practican el amor ágape no buscan lo suyo propio, sino el bien de los demás (1 Corintios 13:5). Estos también  se abstienen de buenas ganas de cosas lícitas con tal de edificar y ayudar a los demás especialmente a los nuevos creyentes. Cuidan lo que comen, lo que beben, lo que visten, los lugares que visitan, la compañía, lo que hablan  con tal de edificar y ser provechoso a los demás.

La libertad que ahora tenemos en Cristo Jesús no se puede usar como oportunidad para la carne para hacer lo que uno quiere, aunque sea lícito tal y como dice Pablo en la en la palabra de Dios: “Todas las cosas me son lícitas, pero no todas son de provecho. Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna” (1 Corintios 6:12). 
Si no APROVECHA PARA TODOS, no la practico; sino APROVECHA, no me dejaré dominar porque tengo poder y autoridad de Dios para NO hacerlo.

Todo es lícito, pero no todo es de provecho. Todo es lícito, pero no todo edifica (1 Corintios 10:23). Todas las cosas que en la ciudad son lícitas no significa bíblicamente que son de provecho y edificante para todos. La iglesia cristiana evangélica tiene sus normas, principios y valores basados en la palabra de Dios que nos mandan a no convertir nuestra libertad en libertinaje haciendo lo que por naturaleza agrada a la carne.

Es más gratificante practicar y promover lo que edifica y aprovecha para el crecimiento de  todos, que tomar ventajas egoístas de hacer cosas que me son permitidas  conforme a las leyes, permitido según justicia y razón.