Pastora Belkis Fernández
Hay gozo en el cielo por un pecador arrepentido. Mediante el ejemplo de las cien ovejas, Jesús asegura las noventa y nueve y va en búsqueda de la oveja perdida. Al encontrarla la perdona, lleva en su hombro, la cuida y comparte el gozo de haberla encontrado, así es el gozo que produce un corazón arrepentido.
En un lenguaje sencillo y mediante un ejemplo fácil de comprender, Jesús les enseña la forma práctica de amar y ser misericordioso con los pecadores. Jesús comía con las personas despreciadas por su conducta, con personas conocidas como engañadores y de mala reputación.
Los Fariseos y Maestros de la Ley criticaron a Jesús, ya que estas personas para ellos, no merecían nada, ni mucho menos que Jesús comiera con ellos. Estos pecadores buscaban a Jesús, ya que al escucharle, veían en Jesús algo distinto que el resto de los demás. Ellos se sentían aceptados a pesar de ser rechazados por la gente.
Hay gozo y alegría en el cielo, cuando una persona se arrepiente y vuelve a Dios. El gozo es mayor ya que las noventa y nueve, ya están seguras; así Dios quiere que busquemos a las personas que más necesitan de Dios y que los llevemos a Cristo, ya que él conoce el dolor que hay en cada perdido, el conoce sus frustraciones y Jesús llega para saciar su sed de justicia y mediante el perdón, darle la oportunidad de la vida eterna.
¿Te asocias tú con pecadores para llevarlos a Cristo, o eres del grupo que los rechaza?
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