domingo, 15 de septiembre de 2013

Jesús sana a un ciego de nacimiento - Juan 9:1-12

Pastora Belkis Fernández

Hay cegueras espirituales que impiden que veas con claridad los planes de Dios para ti. Tú eres importante, aunque para los demás seas un mendigo.  Jesús anda detrás de ti,  obedécele.

¿Qué podemos observar?

1. Jesús vio al hombre ciego de nacimiento
2. Los discípulos preguntaron ¿quién pecó?  ¿será esto un castigo?
3. Los vecinos preguntaron: ¿quién te abrió los ojos? Juan 9:10
4. Jesús escupió en la tierra, hizo lodo con la saliva y le unto lodo a los ojos del ciego
5. Jesús lo envió a lavarse al estanque de Siloé
6. El ciego fue al estanque de Siloé, se lavó y recibió la vista
7. El ciego ya no sabía dónde estaba Jesús. Juan 9:12

¿Qué interpretación encontramos en el texto?

1. Jesús nos observa y tiene una preocupación sincera
2. Este no era un problema de pecado, sino para Dios glorificarse
3. Los vecinos se quedaron sorprendidos y querían saber ¿quién fue el que hizo el milagro?
4. Jesús empleo la tierra para sanarlo, los mismos elementos que empleo para crearlo
5. El ciego obedeció y fue donde Jesús lo envió
6. El retorno de la vista implicó lavarse en la piscina, como símbolo de transformación
7. Jesús nos ayuda y luego no sabemos dónde encontrar a Jesús

Jesús reconoció que le era necesario hacer el milagro, ya que era de día y su misión en el mundo era ser luz. Hoy tú y yo somos la luz del mundo y los que continuamos haciendo la obra de Cristo en el mundo, encarnando a Jesús ahora que es de día, luego puede ser muy tarde.



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