domingo, 19 de octubre de 2014

Extiende tu Horizonte - Isaías 54:1-3

Pastora Belkis Fernández

Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. (Isaías 54:1)

Las transiciones implican cambios y el pueblo de Dios iba a salir del cautiverio en Babilonia y tenía el reto de abrirse y enfrentar nuevos desafíos.  He escuchado historia de presos en la cárcel que obtienen su libertad y regresan a la cárcel, porque se limitaron a ese ambiente y se acomodaron y no salieron. Jose estuvo preso, pero la conexión con el Señor y su testimonio de integridad le permitieron abrirse y ser el gobernador de Egipto. El apóstol Pablo estuvo preso en Roma, pero la Palabra de Dios no estuvo presa. (2 Timoteo 2:9)

El profeta Isaías ilustra al pueblo como una mujer abandonada y la intervención del Señor como esposo y protector, prometiendo descendencia y herencia, en medio del rechazo y la indignación.  ¿Cuál es la herencia que dejaremos? Pablo le recuerda a Timoteo la herencia de la fe no fingida que le dejaron su madre y abuela.  Hombres y mujeres temerosas e inmigrantes, hispanos en Canadá, levantarán una generación, como Daniel,  hijos que posiblemente no regresarán a nuestros países de origen, pero  ya forman parte de nuestra historia de  hombres y mujeres de integridad y de influencia en esta sociedad.

Rompamos con la cultura de la estrechez y afirmemos con Jesús nuestras estacas; recordemos que el pueblo no está en Egipto ni en cautiverio en Babilonia. Ya no vivimos cautivos en el pecado, Jesús nos libertó; vivamos en amplitud de perdón, amor y esperanza.



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