domingo, 22 de enero de 2017

Amor Desinteresado: No busco lo vuestro

Lectura:  Filipenses 4:17

Pastor Pedro Julio Fernández

La gracia de Dios se ha manifestado a todos los hombres. Esta gracia no es limitada ni elitista, es inclusiva y no excluye a nadie. Este favor inmerecido de Dios se convierte en “Maestra” para enseñarnos que  hay que renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos y vivir en este mundo sobria, justa y con piedad.

Todo esto significa que el amor de Dios por la gente es magno y abarca a todo el mundo. El caso es que las personas que se benefician de la gracia de Dios no responden de la misma manera y no renuncian al pecado. Los militantes de la gracia de Dios aguardan con esperanza la manifestación de Jesucristo y se santifican mientras lo esperan.

Los militantes de la gracia de Dios reconocen el supremo amor de Dios de dar a su único hijo para  redimirnos del pecado y en función de ese ejemplo, viven como un pueblo propio, santo y celoso de buenas obras.

Si alguien no está dentro de este favor de Dios no es porque Dios lo haya desechado, sino que al recibir la gracia no renunció al pecado como debía hacerlo. (Tito 2:11-15).

Pablo incentiva, motiva a los hermanos a ser generosos, pues dando es que uno recibe y él habla de frutos y habla de cuenta a nombre del generoso (Filipenses 4:17)

El amor de Dios es un  ejemplo de desprendimiento, de amor desinteresado por nosotros (1 Juan  3:1).

Pablo no buscaba dádivas de los hombres para el enriquecerse a costa de ellos, sino que los animaba a ser imitadores de Dios.

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