domingo, 14 de mayo de 2017

Cuidando la Familia

Lectura: I Timoteo 5:8

Pastora Belkis Fernández

A pesar que el apóstol Pablo se refiere al contexto de viudas y mujeres que habían quedado con doble responsabilidad, este consejo se aplica a los hogares de ese tiempo, pues cuando hay descuido en el hogar, podríamos estar negando la fe y caer peor que un incrédulo.

Veamos dos ilustraciones: 
  1. Dios probó la fe de Abraham por su obediencia. Él tomó su hijo único Isaac y lo ofreció en holocausto. Se levantó de mañana y tomó leña y la puso sobre Isaac su hijo único. 
  2. El Pueblo de Dios:  Institución de la Pascua y la Protección por familias. La sangre en los postes y en el dintel de la casa, para que la muerte tenga que saltar. Éxodo 12:3-7 y Éxodo 12:13.

Resultados cuando Dios interviene, como Jehová Jireh:
  1. El hogar no es una carga, sino un pedazo del cielo, de sacrificio por amor. Dios pone su gracia
  2. Adoramos en familia y estructuramos un espacio de adoración
  3. Evaluamos nuestras faltas, sin sentirnos ofendidos hasta formar el carácter de Cristo
  4. La autoridad de los padres hacia los hijos es restaurada ante las amenazas presentes
  5. Dios proveerá lo que haga falta y levanta aquellos que han caído, así como lo hizo con el hijo pródigo.

Abraham convirtió su prueba, en una oportunidad de adoración, la congregación de Israel recibió protección y fue librado de la muerte, cuando hizo un sacrificio en obediencia. El Padre Celestial reveló en Abraham e Isaac, su plan de proveer a Jesús para nuestra salvación.

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