domingo, 14 de julio de 2013

Jesús, la Vid Verdadera - Juan 15:1-8

Pastora Belkis Fernández

Jesús emplea la imagen de una planta de uva, junto con sus ramas; para ilustrar la relación de él con sus seguidores.   Producimos frutos si estamos unidos y permanecemos en él.  Es una  relación de   dependencia y de amor. Si permanecemos en Jesús y en su Palabra, entonces el responderá  nuestras peticiones.

Observación:

  • Jesús es la vid, es el que produce la savia que alimenta la planta entera
  • El Padre es el labrador
  • Las ramas que llevan frutos  son las que permanecen, serán limpiadas y cortadas para que den más frutos
  • Las ramas que no llevan frutos son las que no permanecen y serán arrancadas, secadas y quemadas. 
  • La Palabra de Dios (Logos) ya nos ha limpiado y nos hace permanecer en él.


¿Qué impide permanecer en Jesús? Entre las cosas que impiden podemos señalar:

  • El  hacer nuestra voluntad,  priorizamos lo nuestro y no lo de Dios,  el afán,  el entretenimiento,  las tantas ocupaciones, tiempo de disfrute, lo que considero que necesito.
  • El individualismo y el egocentrismo.
  • El no perdonar ni querer reconciliarnos
  • La autosuficiencia es un problema, lo que tenemos es por nuestro esfuerzo


Cuando permanecemos en Jesús,  el Padre nos cuida porque nos ama. El  Espíritu Santo vive en nosotros y nos conduce a depender de  Jesús. Hay momentos en que Jesús nos poda, nos limpia para que demos más frutos. Estos son procesos que ocurren para Dios glorificarse y  hacernos sus discípulos. Una vida sin Cristo, es una vida seca,  sin esperanza, sin vida y con el destino final de ir al infierno. La permanencia en Cristo, nos encamina hacia la vida eterna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario