Jesús emplea la imagen de una planta de uva, junto con sus ramas; para ilustrar la relación de él con sus seguidores. Producimos frutos si estamos unidos y permanecemos en él. Es una relación de dependencia y de amor. Si permanecemos en Jesús y en su Palabra, entonces el responderá nuestras peticiones.
Observación:
- Jesús es la vid, es el que produce la savia que alimenta la planta entera
- El Padre es el labrador
- Las ramas que llevan frutos son las que permanecen, serán limpiadas y cortadas para que den más frutos
- Las ramas que no llevan frutos son las que no permanecen y serán arrancadas, secadas y quemadas.
- La Palabra de Dios (Logos) ya nos ha limpiado y nos hace permanecer en él.
¿Qué impide permanecer en Jesús? Entre las cosas que impiden podemos señalar:
- El hacer nuestra voluntad, priorizamos lo nuestro y no lo de Dios, el afán, el entretenimiento, las tantas ocupaciones, tiempo de disfrute, lo que considero que necesito.
- El individualismo y el egocentrismo.
- El no perdonar ni querer reconciliarnos
- La autosuficiencia es un problema, lo que tenemos es por nuestro esfuerzo
Cuando permanecemos en Jesús, el Padre nos cuida porque nos ama. El Espíritu Santo vive en nosotros y nos conduce a depender de Jesús. Hay momentos en que Jesús nos poda, nos limpia para que demos más frutos. Estos son procesos que ocurren para Dios glorificarse y hacernos sus discípulos. Una vida sin Cristo, es una vida seca, sin esperanza, sin vida y con el destino final de ir al infierno. La permanencia en Cristo, nos encamina hacia la vida eterna.
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