domingo, 25 de diciembre de 2016

¡Gloria a Dios en las Alturas!

Lectura:  Lucas 2:8-20

Pastora Belkis Fernández

Tal como narra el doctor Lucas, nuestro Salvador nació en un sencillo pesebre en Belén, y la gloria del Señor resplandeció manifestándose a personas humildes, como los pastores de Belén. Y una multitud de huestes celestiales alabaron al Señor, diciendo, ¡Gloria a Dios en las alturas!

La doble  naturaleza de Jesús, divina y humana revelan su amor eterno, que aun siendo Dios se hizo hombre.  Los pastores rápidamente fueron donde José y María quienes, al no encontrar lugar en el mesón, tuvieron que irse a un establo donde nació su hijo. Los que estaban ahí se alegraron al oír el informe de los pastores. María mantuvo discreción, guardando todas estas cosas en meditación, pues Jesús vendría para caída y levantamiento de muchos. 

Hoy se celebra una navidad sin Jesús, carente de valores y principios. Una navidad vacía de Dios y llena  de elementos ajenos a ese acontecer.  ¡La gloria es de Dios, pero los beneficios son para los hombres y mujeres…paz y buena voluntad!

Para que Jesús nazca en nuestros corazones, debemos dejar la arrogancia, la vanagloria del mundo y los deseos de la carne, dejar nuestro propio egoísmo. No busquemos la grandeza, sino buscar agradarle al Señor y pedirle que nos cubra bajo su gracia. 

En nuestros labios debemos de tener gratitud al Señor, un cántico nuevo; donde nos expresemos con la paz de Dios y con el gesto de la buena voluntad de aceptar su amor y cariño para con todos nosotros. ¡Gloria a Dios! 

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