domingo, 17 de diciembre de 2017

¡Jesús, él Humano!

Lectura: Hebreos 2:14-18

Pastora Belkis Fernández

Nosotros somos seres de carne y hueso. Por eso Jesús se hizo igual a nosotros. Sólo así podía morir para vencer al diablo, que tenía poder para matar a hombres y a mujeres,  con su muerte, Jesús dio libertad a los que se pasaban la vida con miedo a la muerte. (Hebreos 2:14-15, Biblia TLA)

La humanidad de Cristo, anuló los planes del enemigo y nos libró de la condenación eterna.  A Jesús le daba hambre, se cansaba, sufría, lloraba y llegó a compadecerse por los marginados, salvó a ricos y a pobres, rompió esquemas y en su humanidad incluyó a hombres y a mujeres. Jesús no hizo alarde de su poder, era Dios con nosotros, Emanuel, y aun así se hizo uno más entre los seres humanos. Cristo no vino ayudar a los ángeles, sino a redimir a los humanos  que se arrepienten de corazón y siguen sus huellas. 

El autor del libro de Hebreos nos dice que Jesús se hizo igual a nosotros para entendernos y ayudarnos cuando somos tentados o pasamos por diferentes pruebas, ya que fue tentado y aprendió obediencia y resistió la tentación. Si somos descendiente de Abraham, creyentes justificados por fe, somos receptivos de su gracia.

Seamos honestos y reconozcamos la historicidad de  Jesús, no como un líder cualquiera, sino como nuestro modelo y ejemplo para así poder seguir sus pisadas.  Siendo Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros. 

Abandona todo lo que impide que la gloria de Jesús resplandezca en tu vida y dale un lugar a Cristo que nadie ni nada en el mundo tenga que competir con Cristo. Adora a Jesús. 

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