domingo, 7 de octubre de 2018

Manejando mi Propio Miedo

Lectura: Juan 6:15-21
Pastora Belkis Fernández

El miedo nos crea la sensación de impotencia, inseguridad y peligro. Adán y Eva tuvieron miedo sabían que estaban desnudos y habían desobedecido. La desobediencia te puede dejar sin protección. Moisés tuvo miedo porque pensó que lo habían descubierto, cuando mató al egipcio y decidió huir. Éxodo 2:14. Luego Dios le da los mandamientos y uno de ellos es “no matarás”. Los marineros que iban en el barco con Jonás tuvieron miedo, porque sabían que, al huir Jonás de la presencia de Dios, sus vidas estarían en riesgo. Jonás 1:5.

Estaba oscuro y el miedo se apoderó de los discípulos y comenzaron a gritar, ya que las olas agitaban con gran viento. Mateo 14:26, Jesús camina sobre el agua, como una muestra de su divinidad. ¿No vieron recientemente el milagro de la multiplicación de los panes y los peces? Y ahora, El Señor permite que ellos no lo vean.

¿Cómo le responde Jesús? Jesús les dijo: “Yo soy, no temas”.

David en el Salmo 31, presenta otro tipo de miedo, el miedo cuando alguien daña a otra persona, este miedo le causó a David daño a su cuerpo y a sus emociones. Salmo 31: 9 y 13.

Podemos decir las palabras de David, “En tu mano están mis tiempos”. Salmo 31:15(a).

El creyente debería manejar sus temores con altura, de manera saludable y no dañar su vida ni la de otros. Miedo al futuro, a la vejez, a la soledad, o ¿Cómo serán nuestros últimos días en la tierra?, entre otros temores, entrégaselo a Cristo.! El resultado, ¡Dos milagros! Jesús caminó sobre las aguas y la barca enseguida llegó a su destino! No te espante, quita el miedo e invita a Jesús para que aborde tu barca.

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