domingo, 22 de septiembre de 2019

La Dignidad del Hombre

Lectura: Salmo 8
Pastora Belkis Fernández

La gloria del ser humano es transitoria y a través de la naturaleza nos encontramos con el mismo autor de la creación y su sello queda plasmado. El salmista exclama ¡Oh Jehová nuestro, cuan glorioso es tu nombre en toda la tierra!

Su gloria esta sobre los cielos y su fundamento sobre los niños y las criaturas fundó la fortaleza, de manera que los planes del enemigo quedan cancelados, pues construye una fortaleza divina a través de Cristo para poder callar al enemigo. No en base a fuerzas humanas, sino celestial.

El salmista reconoce que, al ver los cielos, la luna y las estrellas, entonces se hace la siguiente pregunta: ¿Qué es el hombre, para que tengas de la memoria y el hijo del hombre, para que lo visites? ¿Por qué tiene Dios que ocuparse y recordarse del ser humano?

Para que no seamos orgullos nos ha hecho poco menor que los ángeles. No somos dioses, somos criaturas formadas a su imagen. Dios corona al hombre y le da el privilegio de señorearse sobre las obras de tus manos.

Dios le ha dado autoridad al hombre para dominar los animales, las aves y los peces. Es una gran oportunidad para verlo a través de la creación misma. Es como el padre de familia que sabe lo que puede darle a un hijo/a. Así el Señor, permite el uso de la razón, del intelecto para que hoy podamos ser agradecidos que no somos animales irracionales, sino que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios y este es un gran privilegio que otras criaturas no la tienen. El salmista termina reconociendo que ¡Cuán grande es el nombre de Dios en toda la tierra!

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