Pastora Belkis Fernández
Un milagro y no al vapor, sino llevándose del consejo del siervo de Dios. Esta viuda estaba desesperada y a punto de perder a dos de sus hijos, por las deudas del difunto. ¿Qué hacemos cuando sentimos amenazas de perder algo o a alguien?
Puede que literalmente usted cuente con su pareja, pero en término espiritual y de carácter integro, sea una persona muerta para responder ante el desafío de levantar una familia donde ambos puedan luchar en la formación del carácter de los hijos. Si son dos, uno de los dos, puede hacer el papel de la viuda y doblegar su rodilla y acercarse a aquel que puede librar nuestras vidas de la muerte, Jesús. Si es una madre soltera o padre soltero, vaya directo a Jesús. Si son dos y uno está espiritualmente muerto, con más razón de acercarse a Jesús, o si eres un individuo y estas en el peligro de perder a alguien ¿Qué harías?
La viuda acude al profeta Eliseo y le recuerda que su ex marido era un hombre temeroso de Jehová, y le comenta que el acreedor ha venido en busca de dos de sus hijos para llevárselos de esclavos, que le ayude.
El pecado es símbolo de la esclavitud y las amenazas continúan, tanto para el fuerte como para el débil, de convertirnos en practicantes de pecado. Ayer esta viuda acudió al profeta Eliseo; hoy tenemos entrada para acudir directamente a Jesucristo. ¿A quién acudimos cuando nos sentimos amenazados?
Esta familia pudo haber sido funcional y estable mientras vivía el esposo y padre, luego al morir las cosas cambiaron. Muchos comentaristas creen que fue el profeta Abdías el cual sustentó a cien profetas y los escondió (1 Reyes 18:4), de manera que su generosidad, le hizo contraer deudas y al morir deja su familia en problemas.
El profeta Eliseo de una manera cortes le dice ¿Cómo te puedo ayudar? Ella no esconde el problema, ni trata de cubrir a su ex marido, sino que le narra el problema, eso es lo correcto, luego obedeció las instrucciones que le dio el profeta, paso por paso. Veamos el consejo apropiado del siervo de Dios:
1. ¿Qué tienes en tu casa? Pide a todos tus vecinos que te presten jarras vacías
2. Consiga muchas jarras no pocas, entra en tu casa con tus hijos y cierra la puerta
3. Echa aceite en las jarras y pon aparte las que ya estén llenas, ve, vende el aceite, y págale a ese hombre lo que debes
4. Con lo que te quedes, mantén a tus hijos
La viuda dio el reporte al profeta Eliseo. Las intenciones del profeta era que pague las deudas para que sus hijos no sean esclavos. Cada uno de los pasos anteriores, formaron parte de la solución del problema. De lo ordinario, Dios hizo algo extraordinario, de la pobreza produjo riquezas, pero no olvides que fueron varios procesos no un proceso. El proceso involucraba a su familia, a los vecinos, lo que poseía, tiempo de privacidad familiar y responsabilidad hacia el pago de la deuda. No esperes milagros al vapor, hagamos el ejercicio de la obediencia. ¿Qué tienes en tu casa?
domingo, 13 de octubre de 2013
domingo, 6 de octubre de 2013
La Carencia de la Armonía: El Caso de Evodia y Sintique - Filipenses 4:1-5
Pastora Belkis Fernández
La falta de armonía afecta también al creyente y trae desacuerdos. Abandonamos la mentira, el vivir una vida mundana, el engaño y otras cosas pecaminosas, pero cuesta ser gentiles, respetuosos y mantener la unidad en el Espíritu, a pesar de nuestras diferencias.
El apóstol Pablo tenía una gran preocupación por Evodia y Sintique; dos mujeres que fueron militantes en el Señor, pero ambas tenían formas distintas de pensar y actuar, lo cual obstaculizaba la meta del llamamiento de Cristo. Este problema de ética y relación estaba afectando a la comunidad y a ellas mismas, de ahí que les ruega a que dejen de estar justificando su forma de ser y que lleven esas diferencias a Cristo. Me imagino al apóstol Pablo, preguntándoles:
¿Cómo es que son cristianas y entre ustedes hay tanta desarmonía? ¿Pueden arreglar su situación ya?
¿Qué pasa en nuestras vidas cuando hay desacuerdos? ¿Cómo trabajamos nuestras diferencias?
Las diferencias pueden oscurecer nuestra visión y afectar a otros, o pueden enriquecernos si la sabemos conducir en el Señor. Pablo ruega a estas mujeres que resuelvan ese conflicto. La falta de amor, amabilidad, trato con los demás, consideración y respeto; son esas pequeñas cosas que pueden afectar nuestra vida espiritual.
Al observar el texto encontramos lo siguiente:
1. Ambas mujeres eran militantes colaboradoras de Pablo en el Ministerio
2. Pablo reconoce que algo estaba alterándose en la comunidad
3. Ambas tenían grandes valores personales, pero no estaban en armonía en el Espíritu
4. Ambas necesitaban el apoyo de un tercero, para que les ayudara a mejorar su relación
Entremos a cuenta con Dios (Isaías 1:18-20), arreglemos los asuntos pendientes ahora, mañana puede ser muy tarde. Dejemos las discusiones y pleitos. No impongamos nuestra posición y despreciemos a otros porque no piensan como nosotros. Hagamos el ejercicio de no esconder nuestros problemas de índole relaciona y busquemos la armonía que en algún momento se rompió. Invita a Jesucristo, busca ayuda de un tercero, el cual pueda caminar contigo hasta que las relaciones tengan por lo menos armonía y paz. Podemos tener un carácter distinto al otro, pero si Cristo es el centro de nuestras vidas; el produce la armonía y sincroniza, las actitudes que son difíciles de aceptar.
La falta de armonía afecta también al creyente y trae desacuerdos. Abandonamos la mentira, el vivir una vida mundana, el engaño y otras cosas pecaminosas, pero cuesta ser gentiles, respetuosos y mantener la unidad en el Espíritu, a pesar de nuestras diferencias.
El apóstol Pablo tenía una gran preocupación por Evodia y Sintique; dos mujeres que fueron militantes en el Señor, pero ambas tenían formas distintas de pensar y actuar, lo cual obstaculizaba la meta del llamamiento de Cristo. Este problema de ética y relación estaba afectando a la comunidad y a ellas mismas, de ahí que les ruega a que dejen de estar justificando su forma de ser y que lleven esas diferencias a Cristo. Me imagino al apóstol Pablo, preguntándoles:
¿Cómo es que son cristianas y entre ustedes hay tanta desarmonía? ¿Pueden arreglar su situación ya?
¿Qué pasa en nuestras vidas cuando hay desacuerdos? ¿Cómo trabajamos nuestras diferencias?
Las diferencias pueden oscurecer nuestra visión y afectar a otros, o pueden enriquecernos si la sabemos conducir en el Señor. Pablo ruega a estas mujeres que resuelvan ese conflicto. La falta de amor, amabilidad, trato con los demás, consideración y respeto; son esas pequeñas cosas que pueden afectar nuestra vida espiritual.
Al observar el texto encontramos lo siguiente:
1. Ambas mujeres eran militantes colaboradoras de Pablo en el Ministerio
2. Pablo reconoce que algo estaba alterándose en la comunidad
3. Ambas tenían grandes valores personales, pero no estaban en armonía en el Espíritu
4. Ambas necesitaban el apoyo de un tercero, para que les ayudara a mejorar su relación
Entremos a cuenta con Dios (Isaías 1:18-20), arreglemos los asuntos pendientes ahora, mañana puede ser muy tarde. Dejemos las discusiones y pleitos. No impongamos nuestra posición y despreciemos a otros porque no piensan como nosotros. Hagamos el ejercicio de no esconder nuestros problemas de índole relaciona y busquemos la armonía que en algún momento se rompió. Invita a Jesucristo, busca ayuda de un tercero, el cual pueda caminar contigo hasta que las relaciones tengan por lo menos armonía y paz. Podemos tener un carácter distinto al otro, pero si Cristo es el centro de nuestras vidas; el produce la armonía y sincroniza, las actitudes que son difíciles de aceptar.
domingo, 29 de septiembre de 2013
Entrégale tus cargas a Jesús - Mateo 11:25-30
Por: Pastora Belkis Fernández
Acércate
a Jesús y entrégale todas tus cargas. Él
no te quitará las cargas que debes llevar, pero te pondrá una carga que te permita
descansar. Tus cargas serán diseñadas a
tu medida, si te sometes a Jesús.
Observamos
en esta ocasión lo siguiente:
Jesús vio la indiferencia de la gente en
ciudades como las de Corazin, Betsaida y
Capernaum, donde el hizo grandes milagros y no hubo arrepentimiento.
Jesús reconoció
que la revelación del evangelio es para los humildes, no para los sabios, ni los religiosos, sino
aquellos que pueden ser como niños.
Jesús
nos dice que seamos sus seguidores y que le imitemos, y habrá descanso para
nuestras almas….”porque mi yugo es fácil y ligera mi carga”
La
Palabra Yugo significaba el aparato que
aprisionaba el cuello de los cautivos…. un trozo de madera que se colocaba
sobre el cuello de las bestias de carga para transportar objetos pesados. (Definición
tomada de wikicristiano.org). El mundo, el diablo, la carne te pueden poner
cargas para mantenerte en la esclavitud del pecado, pero Cristo vino a deshacer
las obras de las tinieblas.
Hoy
tenemos más ciencia y tecnología, y más confusión ya que la
comunicación con Dios y nuestro semejantes, su calidad se ha deteriorado. A
veces valoramos más los juguetes del mundo (el carro, trabajo, casa, amistades
que no edifican, vanidades de la vida, prestigio social). Hay un gran desafío
que nos hace Jesús y es el aprender de él, en el trato que tiene
con el Padre y el amor al ser humano. El apóstol Pablo nos aconseja que
sobrellevarais los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de
Cristo. (Gálatas 6:2); ayer eran esas
cargas religiosas, hoy pueden ser religiosas, pero las cargas que nosotros
mismos nos ponemos y no Dios, son las que más nos afectan.
domingo, 22 de septiembre de 2013
Son más los que están con nosotros-II Reyes 6:15-17
Pastor Pedro Julio Fernández
Fruto de la experiencia de Eliseo sabemos que los que están a nuestro favor son más que los que están en contra. Eliseo demostró una fuerte convicción y fe de que Dios con su ejército espiritual está presente de forma invisible en todo momento. Si los cristianos de hoy pensáramos de la misma manera, ¿cuántas victorias tendríamos? Este pasaje es único en las Escrituras y en él se revela la asistencia de Dios de forma precisa a nuestro favor.
domingo, 15 de septiembre de 2013
Jesús sana a un ciego de nacimiento - Juan 9:1-12
Pastora Belkis Fernández
Hay cegueras espirituales que impiden que veas con claridad los planes de Dios para ti. Tú eres importante, aunque para los demás seas un mendigo. Jesús anda detrás de ti, obedécele.
¿Qué podemos observar?
1. Jesús vio al hombre ciego de nacimiento
2. Los discípulos preguntaron ¿quién pecó? ¿será esto un castigo?
3. Los vecinos preguntaron: ¿quién te abrió los ojos? Juan 9:10
4. Jesús escupió en la tierra, hizo lodo con la saliva y le unto lodo a los ojos del ciego
5. Jesús lo envió a lavarse al estanque de Siloé
6. El ciego fue al estanque de Siloé, se lavó y recibió la vista
7. El ciego ya no sabía dónde estaba Jesús. Juan 9:12
¿Qué interpretación encontramos en el texto?
1. Jesús nos observa y tiene una preocupación sincera
2. Este no era un problema de pecado, sino para Dios glorificarse
3. Los vecinos se quedaron sorprendidos y querían saber ¿quién fue el que hizo el milagro?
4. Jesús empleo la tierra para sanarlo, los mismos elementos que empleo para crearlo
5. El ciego obedeció y fue donde Jesús lo envió
6. El retorno de la vista implicó lavarse en la piscina, como símbolo de transformación
7. Jesús nos ayuda y luego no sabemos dónde encontrar a Jesús
Jesús reconoció que le era necesario hacer el milagro, ya que era de día y su misión en el mundo era ser luz. Hoy tú y yo somos la luz del mundo y los que continuamos haciendo la obra de Cristo en el mundo, encarnando a Jesús ahora que es de día, luego puede ser muy tarde.
Hay cegueras espirituales que impiden que veas con claridad los planes de Dios para ti. Tú eres importante, aunque para los demás seas un mendigo. Jesús anda detrás de ti, obedécele.
¿Qué podemos observar?
1. Jesús vio al hombre ciego de nacimiento
2. Los discípulos preguntaron ¿quién pecó? ¿será esto un castigo?
3. Los vecinos preguntaron: ¿quién te abrió los ojos? Juan 9:10
4. Jesús escupió en la tierra, hizo lodo con la saliva y le unto lodo a los ojos del ciego
5. Jesús lo envió a lavarse al estanque de Siloé
6. El ciego fue al estanque de Siloé, se lavó y recibió la vista
7. El ciego ya no sabía dónde estaba Jesús. Juan 9:12
¿Qué interpretación encontramos en el texto?
1. Jesús nos observa y tiene una preocupación sincera
2. Este no era un problema de pecado, sino para Dios glorificarse
3. Los vecinos se quedaron sorprendidos y querían saber ¿quién fue el que hizo el milagro?
4. Jesús empleo la tierra para sanarlo, los mismos elementos que empleo para crearlo
5. El ciego obedeció y fue donde Jesús lo envió
6. El retorno de la vista implicó lavarse en la piscina, como símbolo de transformación
7. Jesús nos ayuda y luego no sabemos dónde encontrar a Jesús
Jesús reconoció que le era necesario hacer el milagro, ya que era de día y su misión en el mundo era ser luz. Hoy tú y yo somos la luz del mundo y los que continuamos haciendo la obra de Cristo en el mundo, encarnando a Jesús ahora que es de día, luego puede ser muy tarde.
domingo, 8 de septiembre de 2013
El Gozo del Perdón - Salmo 32
Pastora Belkis Fernández
Podemos pedirle al salmista David que nos dibuje lo que estaba pasando en su vida cuando escribió este Salmo y que nos explique las enseñanzas que Dios quiere que tomemos hoy para entender que el perdón que hemos recibido no depende de nuestro esfuerzo, sino de su gracia y misericordia.
Para esto hay que hacer el ejercicio de creerle a Dios. ¿Qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. El apóstol Pablo cita a David para que entendamos que David proclamó la misma verdad que proclamó Abraham.
Romanos 4:3-8.
David retrata su realidad de la siguiente manera: “Yo estaba tan perdido y tan fuera de entendimiento, que procedí a lo siguiente:
o Voy a sincerarme con Dios
o Voy a confesar mis errores. No voy a callarme u ocultar el problema
o Voy a declarar mi problema o mi pecado
o Voy a orar para que Dios haga algo
o Voy a reconocerlo como mi refugio y mi única salida
o Voy a emplear mi razonamiento, mi mente para poder entender
o Voy a cantar y adorar a Dios
El pecado convierte a los seres humanos en irracionales. No seamos como el caballo o como el mulo, los cuales no tienen entendimiento. Salomón muy bien lo expresó cuando dijo que el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio.
No somos inmunes al pecado, de manera que nos conviene el temor a Dios, ya que el hombre tiene la oportunidad de pecar, como la oportunidad de no pecar. Cuando usamos nuestro razonamiento espiritual estamos tejiendo el camino de la verdadera felicidad, siendo honestos y tomando la decisión de despreciar lo que Dios desprecia, entonces terminaremos nuestra jornada con gozo.
Podemos pedirle al salmista David que nos dibuje lo que estaba pasando en su vida cuando escribió este Salmo y que nos explique las enseñanzas que Dios quiere que tomemos hoy para entender que el perdón que hemos recibido no depende de nuestro esfuerzo, sino de su gracia y misericordia.
Para esto hay que hacer el ejercicio de creerle a Dios. ¿Qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. El apóstol Pablo cita a David para que entendamos que David proclamó la misma verdad que proclamó Abraham.
Romanos 4:3-8.
David retrata su realidad de la siguiente manera: “Yo estaba tan perdido y tan fuera de entendimiento, que procedí a lo siguiente:
o Voy a sincerarme con Dios
o Voy a confesar mis errores. No voy a callarme u ocultar el problema
o Voy a declarar mi problema o mi pecado
o Voy a orar para que Dios haga algo
o Voy a reconocerlo como mi refugio y mi única salida
o Voy a emplear mi razonamiento, mi mente para poder entender
o Voy a cantar y adorar a Dios
El pecado convierte a los seres humanos en irracionales. No seamos como el caballo o como el mulo, los cuales no tienen entendimiento. Salomón muy bien lo expresó cuando dijo que el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio.
No somos inmunes al pecado, de manera que nos conviene el temor a Dios, ya que el hombre tiene la oportunidad de pecar, como la oportunidad de no pecar. Cuando usamos nuestro razonamiento espiritual estamos tejiendo el camino de la verdadera felicidad, siendo honestos y tomando la decisión de despreciar lo que Dios desprecia, entonces terminaremos nuestra jornada con gozo.
domingo, 1 de septiembre de 2013
No contristando al Espíritu Santo - Efesios 4:22-32
Pastora Belkis Fernández
El Espíritu Santo es la tercera persona de la santa trinidad de Dios, él mora en nosotros los creyentes consolándonos de la ausencia física de Jesús. No debemos entristecerlo con una mala manera de vivir. Debemos alegrarlo viviendo en paz y en santidad.
“No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la Redención”. Efesios 4:30
Primeramente el apóstol Pablo exhorta de una manera repetitiva a despojarnos del viejo hombre y vestirnos del nuevo hombre. Debemos mantener una ética cristiana en toda nuestra manera de ser y conducirnos con los estándares de santidad.
¿Cómo entristecemos al Espíritu Santo?
1. Desechando la verdad
2. Airándonos sin ningún control ni dominio propio
3. Dando lugar al diablo
4. Robando con actitudes de falta de integridad
5. Hablando malas palabras y palabras corrompidas
Cuando pasamos los límites, practicando el pecado y no estamos dispuestos a cambiar para el bien, entonces Dios puede desecharnos. Veamos el caso de Saúl, quien contó con el consejo del profeta Samuel, más a la hora de la decisión hizo su voluntad y fue desechado por su desobediencia y mentira.
(1 Samuel 16:1)
¿Cuál es la medicina para evitar que el Espíritu Santo se entristezca?
1. Quitando de nosotros la amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia y toda malicia
2. Siendo benignos unos con otros
3. Misericordiosos
4. Perdonándonos como Dios nos perdonó, así también perdonar. Hebreos 8:10-12
Que Jehová perdone nuestros pecados y que podamos nosotros perdonar, para evitar caer en las estrategias del enemigo de la justicia, de entristecer al Espíritu Santo y hasta de ser desechado por nuestra conducta reincidente de prácticas pecaminosas, que rompen los estándares de santidad.
El Espíritu Santo es la tercera persona de la santa trinidad de Dios, él mora en nosotros los creyentes consolándonos de la ausencia física de Jesús. No debemos entristecerlo con una mala manera de vivir. Debemos alegrarlo viviendo en paz y en santidad.
“No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la Redención”. Efesios 4:30
Primeramente el apóstol Pablo exhorta de una manera repetitiva a despojarnos del viejo hombre y vestirnos del nuevo hombre. Debemos mantener una ética cristiana en toda nuestra manera de ser y conducirnos con los estándares de santidad.
¿Cómo entristecemos al Espíritu Santo?
1. Desechando la verdad
2. Airándonos sin ningún control ni dominio propio
3. Dando lugar al diablo
4. Robando con actitudes de falta de integridad
5. Hablando malas palabras y palabras corrompidas
Cuando pasamos los límites, practicando el pecado y no estamos dispuestos a cambiar para el bien, entonces Dios puede desecharnos. Veamos el caso de Saúl, quien contó con el consejo del profeta Samuel, más a la hora de la decisión hizo su voluntad y fue desechado por su desobediencia y mentira.
(1 Samuel 16:1)
¿Cuál es la medicina para evitar que el Espíritu Santo se entristezca?
1. Quitando de nosotros la amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia y toda malicia
2. Siendo benignos unos con otros
3. Misericordiosos
4. Perdonándonos como Dios nos perdonó, así también perdonar. Hebreos 8:10-12
Que Jehová perdone nuestros pecados y que podamos nosotros perdonar, para evitar caer en las estrategias del enemigo de la justicia, de entristecer al Espíritu Santo y hasta de ser desechado por nuestra conducta reincidente de prácticas pecaminosas, que rompen los estándares de santidad.
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