“Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa ... Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y llevó con alegría el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David.” (2 Samuel 6:11-12).
El arca de Dios representa la presencia misma de Cristo. Obed-edom dispuso su casa para el Señor y esto fue notorio en el pueblo. Celebremos el día de los padres comprometiéndonos siendo fieles a Dios. Este hombre es un testimonio de que sí vale la pena cuidar, con humildad y reverencia las cosas sagradas. En ningún momento Obed-Edam se opuso, ni cuestionó a David diciéndole, ¿por qué quieres trasladar el arca a mi casa?
¿Puedes evaluar tu vida y la de tu familia y recordar cuales han sido esos momentos de más bendición que Dios te ha dado? Para este hombre estos fueron los primeros mejores tres meses de su vida. David supo de esta buena noticia y de nuevo retoma su proyecto de traslado del arca y de nuevo lo hace con alegría, gozo y danza. Vivamos una vida ejemplar, donde nuestro terruño se convierta en un altar de adoración para Dios y donde nuestro testimonio de santidad pueda impactar vidas para Cristo.
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