domingo, 16 de noviembre de 2014

Lázaro- Juan 11:1-37

Por: Hermano Juan Solis

11:1 Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana.
11:2 (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos.)
11:3 Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo.
11:4 Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
11:5 Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.
11:6 Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.
11:7 Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez.
11:8 Le dijeron los discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá?
11:9 Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo;
11:10 pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él.
11:11 Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle.
11:12 Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará.
11:13 Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño.
11:14 Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto;
11:15 y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él.
11:16 Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.
11:17 Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.
11:18 Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios;
11:19 y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano.
11:20 Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa.
11:21 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.
11:22 Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.
11:23 Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.
11:24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.
11:25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
11:26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
11:27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.
11:28 Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí y te llama.
11:29 Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él.

11:30 Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado.
11:31 Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí.
11:32 María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano.
11:33 Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió,
11:34 y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve.
11:35 Jesús lloró.
11:36 Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba.
11:37 Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera? 

Biblia RVR-1960



domingo, 9 de noviembre de 2014

Rescatando al cautivo Lot - Génesis 14:14-16

Pastora Belkis Fernández

Estamos rodeados de gente oprimida, personas con la mente enferma, cautivos de la envidia, los celos, murmuraciones, desprecio, divisiones, orgullo y todo tipo de mentira que el diablo les hace creer que son verdades.  La batalla más fuerte está en la familia biológica y en la familia de la fe. No seamos instrumentos del enemigo, participando de obras de la carne.

Hubo una guerra de cuatro reyes confederados en contra de cinco reyes de Canaán y en medio de esa batalla toman a Lot como prisionero. Una vez más, Abram rescata a su sobrino Lot, sin decirle es tu culpa, yo no voy a darte la mano de nuevo, paga tus platos rotos.

Lot era un hombre bueno, pero escogió el lugar equivocado. Satanás no es omnipresente, pero sabe organizar su equipo por región y su plan es el mismo: matar, robar y destruir.

El pecado oprime a las personas y es tan así, que aun el trabajo bueno que hace alguien, le produce envidia y celo a otros, o desata pleitos en personas que se aman.    

En Abram observamos:
  1. Persiguió a los enemigos con 318 hombres
  2. Los alcanzó
  3. Los derrotó y recobró a Lot, su familia y sus bienes.
No salga de ningún lugar en contienda, no le des lugar al diablo.    

Aprendemos de Abram:
  1. Ser guerreros y olvidar las ofensas
  2. Ser agradecidos/llevó diezmo de todo a Melquisedec Rey y Sacerdote
  3. Ser íntegro y no oportunista de ventajas temporales. Te valoro si te necesito.

Cuando te llega la opresión, utiliza las armas espirituales de la oración, ayuno, quebrantamiento y el consejo pastoral. ¿Con quién  te alias?



domingo, 2 de noviembre de 2014

Una Familia Bendecida - Génesis 12:1-3

Pastora Belkis Fernández

Dios ha prometido bendecir a todas las familias. Abraham creyó y le fue contado por justicia. La fe de Abraham fue conocida por sus obras y las obras perfeccionaron su fe. (Santiago 2:22). Las promesas fueron a Abraham, pero el cumplimiento de esas promesas fue en Cristo. No dice tus simientes, sino tu simiente, la cual es Cristo. (Gálatas 3:16).  Cristo en el centro de una familia es  la garantía de la bendición de Dios.

Abraham como inmigrante pagó el precio de la obediencia, separándose de parientes y amigos idólatras. No todo fue color de rosa, y al igual que inmigrantes en E. U. y Canadá, enfrentan problemas familiares; Abraham también tuvo problemas familiares, de separación y contiendas. Abraham  salió a un lugar sin saber a dónde iba. (Hebreos 11:8). 

Desafíos que enfrentó Abraham antes del pacto:
  • Dijo una media verdad y presento a su esposa como hermana (Gen. 12:13). Las familias que esconden su realidad, alargan su proceso de sanidad.
  • Enfrentó contienda con los pastores de Lot usando el diálogo apreciativo Tuvo que separarse de su sobrino Lot dándole preferencia de escoger el lugar
Desafíos que  enfrentó después del pacto de que tendría descendencia con Sara:
  • Dios le reveló que el pueblo seria esclavo por 400 años en Egipto. Gen.15:13
  • Separación de su hijo Ismael
  • Conflictos entre Sara y Agar
  • Entregó a su hijo Isaac para ser sacrificado en un acto de obediencia.

Como Abraham, apártate de la idolatría, abandona el ambiente contaminado por el pecado, seamos responsables con los miembros más débiles de nuestra familia y no nos enfoquemos en sus errores. El que no provee para los suyos, es peor que un incrédulo y ha negado la fe.



domingo, 19 de octubre de 2014

Extiende tu Horizonte - Isaías 54:1-3

Pastora Belkis Fernández

Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. (Isaías 54:1)

Las transiciones implican cambios y el pueblo de Dios iba a salir del cautiverio en Babilonia y tenía el reto de abrirse y enfrentar nuevos desafíos.  He escuchado historia de presos en la cárcel que obtienen su libertad y regresan a la cárcel, porque se limitaron a ese ambiente y se acomodaron y no salieron. Jose estuvo preso, pero la conexión con el Señor y su testimonio de integridad le permitieron abrirse y ser el gobernador de Egipto. El apóstol Pablo estuvo preso en Roma, pero la Palabra de Dios no estuvo presa. (2 Timoteo 2:9)

El profeta Isaías ilustra al pueblo como una mujer abandonada y la intervención del Señor como esposo y protector, prometiendo descendencia y herencia, en medio del rechazo y la indignación.  ¿Cuál es la herencia que dejaremos? Pablo le recuerda a Timoteo la herencia de la fe no fingida que le dejaron su madre y abuela.  Hombres y mujeres temerosas e inmigrantes, hispanos en Canadá, levantarán una generación, como Daniel,  hijos que posiblemente no regresarán a nuestros países de origen, pero  ya forman parte de nuestra historia de  hombres y mujeres de integridad y de influencia en esta sociedad.

Rompamos con la cultura de la estrechez y afirmemos con Jesús nuestras estacas; recordemos que el pueblo no está en Egipto ni en cautiverio en Babilonia. Ya no vivimos cautivos en el pecado, Jesús nos libertó; vivamos en amplitud de perdón, amor y esperanza.



domingo, 5 de octubre de 2014

Escudriña las Escrituras - Juan 5:39

Pastora Belkis Fernández

Si escudriñáramos las Escrituras, seriamos más felices, manejaríamos mejor nuestras altas y bajas, tendríamos más calidad espiritual y no tendríamos tanta degradación del cristianismo. Somos bienaventurados si leemos, oímos y guardamos las Escrituras (Apocalipsis1:3).

Escudriñar viene del latín Scrutinium (escrutinio), que significa averiguar todos los detalles de algo oculto o no manifiesto. (Larousse 2004). Mediante las Escrituras oímos la voz de Dios, su consejo y la autenticidad de Cristo, quien es Dios encarnado, crucificado y resucitado. En Deuteronomio 18:15, Moisés habló de un profeta nuevo el cual sería levantado y a él oír.  El apóstol Pedro en sus últimos años escribió lo siguiente:

• La Escritura no son fabulas artificiosas.  2 Pedro 1:16
• La Palabra de Dios es la palabra profética más segura,  a la cual hay que estar atento como una antorcha que alumbra en la oscuridad. 2 Pedro 1:19
• La Palabra de Dios no es de interpretación privada. 2 Pedro 1:20

Es interesante ver cómo el apóstol Pedro reconoce el cuidado que hay que tener, y a la vez se refiere al apóstol Pablo, el cual escribió pasajes de las Escrituras difíciles de entender y muchos indoctos la tuercen. Las Escrituras es ese Canon, esa vara que sirve para medir nuestro carácter  y perfeccionarnos hasta la estatura de un varón perfecto, que es Cristo Jesús.

Cuando estamos en momentos de frustración o en un estado de ansiedad,  o somos tentados, debemos recordar la conducta de Cristo, de citar las Escrituras y resistir al enemigo y no ceder. Jesús en sus tentaciones siempre obtuvo la victoria y dio una respuesta correcta, porque conocía las Escrituras, porque Él era ese Verbo de Dios que habitó entre nosotros. A Jesús oíd y en El meditad.




domingo, 28 de septiembre de 2014

Mi Hijo Amado - Mateo 17:1-7

Pastora Belkis Fernández

En esa experiencia de la transfiguración se escucha la voz del Padre, “Este es mi Hijo Amado, en quien tengo complacencia, a él oíd. La gloria de Dios se manifiesta cuando aprendemos a escuchar a Jesús. 

Moisés y Elías habían experimentado la presencia de Dios en una montaña, pero ahora pueden ver a su libertador cara a cara.  Jesús invitó a Pedro, Juan y Jacobo; tres testigos oculares de su crucifixión y resurrección. Jesús se transfiguró y su rostro resplandeció como el sol. Pedro pidió que hagan tres enramadas, una para Jesús, otra para Moisés y otra para Elías. Lucas y Marcos narran que Pedro no sabía lo que decía. Una nube de luz confirmó “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia, a él oíd”.  El Padre está contento porque Jesús sigue su plan de ir a morir en la cruz del calvario. 
El impacto de ver su gloria produjo miedo a sus discípulos y narra el evangelio de Mateo que Jesús los tocó y les dijo levantaos, y no temáis.

Pedro había confesado que Jesús era el Mesías,  pero ahora el Padre confirma su naturaleza divina y humana. Hoy podemos actuar como Pedro, hablando cosas, sin saber lo que estamos hablando cuando sugirió hacer tres enramadas.  Al final de sus días Pedro recuerda esos momentos en que escuchó la voz del Padre y nos aconseja que tenemos la palabra profética más segura, a la cual hay que estar atentos como una antorcha que alumbra en lugar oscuro. (2 Pedro 1:17-19) 

¿Haz experimentado en oración cierto destello de su gloria?  Levántate y toma tiempo de intimidad con el Señor y de estudio de la Palabra. Mantente advertido ante el peligro de los medios visibles y leíbles que hoy se convierten en nuevas voces.  No te duermas, sincronízate con Jesús a través de las Escrituras.


domingo, 21 de septiembre de 2014

Lluvia en medio de la Sequia - I Reyes 18:41-46

Pastora Belkis Fernández

¿Puede escuchar el sonido de las lluvias y de nuevo disfrutar de los frutos de la tierra,  del gozo y del favor de Dios? Tres años sin lluvia produjo una hambruna, es de ahí que Elías le dijo a Acab, vete a comer y a beber porque ya se oye el ruido de la lluvia. El pueblo había visto las maravillas de Dios, a pesar de la falta de temor de Jehová del Rey Acab y de su idolatría;  el profeta Elías actuó con misericordia ante un rey malo. La sociedad civil y política cada día es más indiferente ante Dios y sus mandamientos y tenemos que mantenernos como Elías, con ese espíritu comunitario y de misericordia. El subió al monte Carmelo, allí se arrodilló y humillado clamó intensamente por el retorno de la lluvia.

  • ¿Qué le dice Elías a su ayudante?  Ve y mira hacia el mar
  • El ayudante le respondió: No se ve nada
  • Elías le dice de nuevo,
  • Vuelve siete veces
  • Después de siete veces, el ayudante le dijo a Elías: ¡Se ve una pequeña nube del tamaño de una mano! Está subiendo del mar.

El siervo de Elías apenas comenzó a ver una pequeña nube del tamaño de una mano. Lo poco en las manos de Dios, es el inicio de una gran bendición.  Me imagino al sirvo de Elías,  por seis veces consecutivas, yendo y volviendo y no viendo ningún resultado; hasta que a la séptima vez, pudo ver por lo menos algo. Antes de la lluvia tuvieron oscuridad y vientos impetuosos, pero era el inicio de ver la Gloria del Señor y su grandeza; justo en esos momentos  es que conocemos quien es nuestro Dios,  de que Él es capaz de hacer por sus hijos y poder decir las palabras de Jesús, “yo sé que siempre tú me escuchas”; pero siempre acompañado de una oración intensa.