Cuando los problemas hieden - Job 19:17-19 y Job 19: 23-27

Pastora Belkis Fernández
          
Hay gente que sus problemas ya apestan, hieden y nadie quiere acercarse a ellos. Job estaba experimentando rechazo y  múltiples comentarios negativos (Job 19:2-3). Se intensifica su sufrimiento, a tal extremo que su enfermedad le provocaba mal aliento, su cuerpo iba consumiéndose y el deseaba que su problema quedara tallado, que quedara escrito con cincel de hierro y con plomo. Es una forma de expresar su dolor y a la vez de que otras generaciones conozcan lo que le ocurrió. A su propia mujer le molestaba su aliento, la actitud de rechazo de su compañera empeoro la situación; a pesar de su prueba, Job confiaba que su redentor lo levantaría del polvo y que aunque su carne esté desecha, el vería a Dios.

En forma poética, expresa sus pruebas y dificultades que sufrió. Literalmente Job estaba enfermo, emocionalmente estaba derribado. Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá. (Salmo 27:10).  Las palabras que le decían eran crueles, eran palabras que lo molían y lo trituraban, continuamente. El pecado de Job no era la desobediencia, él no se enfermó porque era un hombre malo. Dicen las Escrituras, en Eclesiastés 9:2, un mismo suceso acontece al bueno como al malo.

¿Cómo podemos aplicar este mensaje a nuestras vidas?

1.Cuidemos nuestras palabras. (Santiago 3:2).No seamos jueces, ya que el único defensor es Dios.
2.Dios es nuestro defensor: Imagínate que estas en la corte, y que estas metido en un problema y que es Dios quien se levantara a tu defensa. Él lo hará por amor y como garantía de que le pertenecemos. “Yo sé que mi Redentor vive y al final se levantará”.
3.No ofendamos a Dios, con respecto al trato que le damos a nuestra pareja, cuando estén en diversas pruebas. Ciertamente que Job era un hombre intachable, pero con una esposa que no tuvo misericordia, ni lo considero por lo menos por ser el padre de sus hijos.
4.Hay esperanza para el creyente, tanto en el presente como aun en la eternidad. Job vislumbro la resurrección y la esperanza de la vida eterna.