"Pero sin fe es imposible agradar a Dios" Hebreos 11:6
Rahab era una prostituta, quien tenía una casa muy bien ubicada y en la misma escondió a los dos espías enviados por Josué. Su fe vino porque ella escuchó muchos testimonios, entre ellos que Dios abrió el mar rojo al pueblo de Israel y pudo salir de Egipto. La Palabra de Dios nos enseña, "La fe viene por el oír, y el oír, por la palabra de Dios." Romanos 10:17
Dios no hace acepción de personas y Dios cumple su propósito en aquellos que confían.
En Hebreos 11, Rahab aparece como una heroína en la fe. Esta mujer necesitaba un cambio y sabía que su salvación y la de su familia sólo podían venir del Dios Todopoderoso. En la carta de Santiago, Rahab es mencionada, por su obra de esconder a los mensajeros de Dios, como ejemplo de alguien que puso en práctica su fe. Santiago 2: 14 y 25-26.
Resultados de la fe de Rahab:
•Participó de una estrategia divina y se arriesgó al esconder los espías
•A pesar de su historial de prostituta, Rahab aparece en la genealogía de Cristo. Mateo 1:5
•Creyó, no importando su condición pecaminosa y su inmoralidad conocida
•Hizo un pacto para que ella y toda su familia fueran salvos de la destrucción de Jericó
En momentos de transición, no podemos quedarnos de brazos cruzados, e indiferentes ante el mal que se avecina a la humanidad. El pueblo iba a cruzar el Jordán e iba a tomar posesión de la tierra que Dios les había prometido. Sólo Rahab y su familia, fueron los únicos que quedaron a salvo en ese pueblo, dado la negociación que ella hizo con los espías. Rahab y su familia no conocían la ley de Moisés, solo habían escuchado lo que Dios había hecho. ¿Qué pasa cuando escuchamos lo que Dios está haciendo y nos quedamos estancados? ¿Y qué de nuestras familias?
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