Pastora Belkis Fernández
Nuestras condiciones a veces no son tan favorables en el momento en que Jesús nos llama. Quizás nos encontramos como los discípulos, limpiando las redes, ocupados pero sin ver los frutos. Entendemos que todo creyente cuenta con el llamado de Dios, en ningún momento Jesús nos habla del laicado y del clero, o abdica responsabilidad a los menos sabios y nos dice esa no es tu responsabilidad, sino más bien, entendía que así como el Padre y El eran uno, así tenemos que ser uno con El.
Jesús observó la frustración de los discípulos y la posibilidad de no llevar el sustento a su familia. Dijo a Pedro, entrad mar adentro y echad las redes. Jesús no era un experto pescador, pero donde llegaba resolvía y sigue ofertándonos su gracia. Pedro no vaciló en responderle: hemos pasado toda la noche trabajando. Pedro fue humilde y reconocía la autoridad de Jesús. Al obedecer, ellos lograron pescar tanto que las redes se rompían.
Dios nos llama a todos y muchos han intentado echar la red por sí mismos y no han podido pescar. No echemos la red por nuestra cuenta; busquemos que sea Jesús quien respalde nuestro llamado, las decisiones que tenemos que tomar, el trabajo a desempeñar y los planes que tenemos por delante. Los discípulos pidieron ayuda, de ahí que había un trabajo en equipo. Pedro se atemorizó al ver el milagro poderoso de Jesús. Puede ser que estés cansado, pero aún puedes decirle a Jesús: “en tu Palabra echaré la red”. No te des por vencido, escucha las Escrituras, obedece al llamado y mantente humilde.
domingo, 9 de febrero de 2014
domingo, 2 de febrero de 2014
Confía en Dios - Salmo 27:1-14
Pastora Belkis Fernández
La confianza nos lleva a apasionarnos por nuestro Creador. Es bueno servirle y estar ocupado en su Reino, pero la prioridad es tener comunión con Dios y disfrutar su relación e intimidad.
Apasionado por Dios, David anhelaba estar en su presencia. Las amenazas y temores no iban a debilitar su fe. Si estas inseguro(a), ven a Jesús y encontraras seguridad. David reconoce que Jehová es su luz y su protector, de manera que nadie lo podrá atemorizar.
¿Quién es Dios para ti? David entendió que Dios es su única salida. David disfrutó la comunión con el Señor y puso diligencia en:
1. Estar en la Casa de Jehová todos los días de su vida
2. Contemplar su hermosura
3. Conocer más de su amor
4. Sabía que Jehová levantaría su cabeza ante las dificultades
5. Esperaba una protección especial similar al estar sobre una roca en alto o encontrar paternidad
6. Sacrificó y entonó alabanzas a Dios
Su tono de humillación y clamor reventé, su confesión de que no escondiera su rostro de él, su rogativa de dependencia, de que no lo abandonara- aunque se encuentre abandonado por sus seres más queridos; todas estas formas de expresión hizo que su confianza creciera, a tal punto de esperar su ayuda. Tengamos pasión por Jesús, tal como anhelaba David buscar su rostro, busquemos al Señor y que la imagen de Cristo, este tallada en la nuestra.
La confianza nos lleva a apasionarnos por nuestro Creador. Es bueno servirle y estar ocupado en su Reino, pero la prioridad es tener comunión con Dios y disfrutar su relación e intimidad.
Apasionado por Dios, David anhelaba estar en su presencia. Las amenazas y temores no iban a debilitar su fe. Si estas inseguro(a), ven a Jesús y encontraras seguridad. David reconoce que Jehová es su luz y su protector, de manera que nadie lo podrá atemorizar.
¿Quién es Dios para ti? David entendió que Dios es su única salida. David disfrutó la comunión con el Señor y puso diligencia en:
1. Estar en la Casa de Jehová todos los días de su vida
2. Contemplar su hermosura
3. Conocer más de su amor
4. Sabía que Jehová levantaría su cabeza ante las dificultades
5. Esperaba una protección especial similar al estar sobre una roca en alto o encontrar paternidad
6. Sacrificó y entonó alabanzas a Dios
Su tono de humillación y clamor reventé, su confesión de que no escondiera su rostro de él, su rogativa de dependencia, de que no lo abandonara- aunque se encuentre abandonado por sus seres más queridos; todas estas formas de expresión hizo que su confianza creciera, a tal punto de esperar su ayuda. Tengamos pasión por Jesús, tal como anhelaba David buscar su rostro, busquemos al Señor y que la imagen de Cristo, este tallada en la nuestra.
domingo, 26 de enero de 2014
Los mudos hablan, los sordos oyen - Marcos 7:31-37
Pastora Belkis Fernández
Jesús sano a un hombre incapacitado para oír y hablar bien
Jesús vino a desatar al oprimido, a libertar al cautivo y sanar al enfermo. No importa dónde te encuentres en el planeta tierra, este milagro ocurrió en una comunidad pagana. Jesús es sensible ante el sufrimiento, enfermedad, soledad u cualquier adversidad. No busca avergonzar a nadie, ni ser el centro, ni mucho menos llamar la atención ante tantos milagros que hizo. En este caso Jesús, llamó aparte al sordomudo y lo sanó en privado. ¿Por qué lo llamaría aparte? ¿Habría burladores en la multitud? ¿Qué hizo Jesús?
1. Le toca los oídos con sus dedos y se lo abre
2. Le toca su lengua y le desata su lengua
3. Le dice: Effata, que en arameo significa “Ábrete”
Continua Jesús haciendo su obra y nos dice ábrete a mí, saca lo que hay en tu corazón para que seas sano. Traigamos a Jesús al necesitado y dejemos que el Espíritu Santo toque sus vidas. Jesús con discreción y con humildad resuelve lo que tú y yo no podemos resolver. Jesús empleó su inteligencia espiritual, sabía que no convenía que los líderes religiosos se enteraran, ni tampoco la multitud, porque tenía su plan de ir a la cruz. Sin mucho alarde, Jesús sanó a este sordomudo.
Hoy existen muchos niños, jóvenes y hasta adultos sordos y mudos; no entienden la importancia de ponerse a cuenta con Dios. Espiritualmente están discapacitados, no les importa el consejo ni la reprensión, estos priorizan lo vano, lo irracional; el mundo de lo sensacional y de las emociones, el mundo de lo que se ve con los ojos. Digamos a estos, “ábrete a Jesús”, deja que su toque restaure la relación con tu creador y con el que tiene la habitación de tus días determinados aquí en la tierra.
domingo, 5 de enero de 2014
La obediencia a Dios - Deuteronomio 6:5-9
Pastora
Belkis Fernández
Y
amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus
fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu
corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas … Deuteronomio
6:5-7. Estas fueron instrucciones del Señor para que Moisés la transmitiera al
pueblo.
Entremos
al 2014, obedeciendo y amando a Dios: entonces el Reino de Dios estará en y con
nosotros. ¿Estamos transmitiéndoles a nuestros hijos y amigos el amor a Dios o
nuestra apatía espiritual y egocentrismo?
Amor y
obediencia van juntos y no es a la fuerza, ni para quedar bien con alguien,
sino porque Dios nos amo primero. El que tenga oído espiritual, oiga. En el
presente hay muchos que ya no tienen oídos, sino que solo predomina lo visual,
el homo videns, lo que Sartari llama, una sociedad donde lo visual se encarga
de enseñar. Emplear el método repetitivo, escuchar, leer y mucho menos meditar
esta en peligro. El enemigo toma ventajas, ya que cuesta implementar al amar a
Dios, enseñando y viviendo principios espirituales de valores eternos. ¿Qué
hacemos ante tanto cerebros trastornados por el pecado de la adicción cibernética?
Hay que ser genuinos maestros del amor de Dios, si queremos recoger los frutos
de la obediencia.
Hay
recompensas para el hijo que obedece a su padre biológico, para el trabajador
que escucha el consejo apropiado, para el estudiante que presta atención, para
la congregación que vive y promueve el establecimiento de Cristo y anuncia al
mensaje de amor y esperanza. Escucha, ama y enseña la Escritura diligentemente,
no solo en un pulpito o buscando tus intereses sino con estilo de vida Cristo
céntrico. Enseña con tu ejemplo, enseña a repetir, a memorizar y a vivir como Jesús
vivió. En Deuteronomio 28, encontramos las bendiciones del que decide amar de
verdad y obedecer a Dios: y la maldiciones del que desobedece. Si no
obedecemos, entonces la ira de Dios se
revelara contra toda impiedad e injusticia de los hombres (Romanos 1:18).
sábado, 28 de diciembre de 2013
Dad a Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es de Dios - Mateo 22:15-22
Pastora Belkis Fernández
¿Sera cierto que le hemos dado a Dios lo que es de Dios o no será que nuestras obligaciones temporales lo ocupan todo?
¿Sera cierto que le hemos dado a Dios lo que es de Dios o no será que nuestras obligaciones temporales lo ocupan todo?
Ante esta pregunta maliciosa, ¿Es licito dar tributo al Cesar? Jesús responde con inteligencia espiritual; dale a Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es de Dios. Cumple con tus compromisos terrenales y temporales y civiles, pero cumple con tu Creador, ya que el ser humano es exclusivamente hecho a la imagen de Dios, y que Dios merece respeto y honra. Lo terrenal y lo sublime depende del Altísimo.
Jesús no titubeó en decirles hipócritas, primero lo exaltaron con sus labios, reconociendo que Jesús es amante de la verdad y que enseña con verdad el camino de Dios, pero eran hipócritas, ya que en su corazón, tenían otros planes, su método malicioso no les funcionó. Jesús dijo muéstrenme esa moneda de un denario, la cual tenía un efigie de la imagen del Cesar. El Señor contestó con la verdad, la imagen era de Cesar, correcto, dale a Cesar lo de Cesar, pero a Dios, dale lo que le pertenece a Dios.
Hemos entregado a Dios lo que le pertenece, nuestros talentos, tiempo, disposición, esfuerzo, nuestra vida misma, nuestra familia, el fruto de nuestro trabajo; nuestra cotidianidad y dejar que su soberanía pueda gobernar todas las áreas de nuestras vidas?
Termina el 2013, y para muchos un año de cuantioso desbalance, desborde y francamente abusando de la gracia del Señor. Ese tipo de malicia continúa hoy; el querer robar la relación entre el creador y sus criaturas. Esos líderes religiosos y políticos creyeron que su intención iba a prosperar, pero no fue así.
La inteligencia espiritual de Jesús lo llevó a responder con sagacidad. Jesús agregó el ser responsable con los deberes hacia nuestro Padre Celestial. Paga tus impuestos civiles, cumple con tus responsabilidades en la tierra, pero cumple con el Altísimo. Si Jesús hubiese contestado que los judíos no debían pagar impuestos al emperador romano, iba a recibir una gran represalia y si decía que les pagaran a los judíos, le iban a acusar de desleal. El Señor sin rodeo alguno, reconoció las autoridades instituidas sin olvidar lo más importante y es la obligación de cumplir con Dios. Entremos al 2014 con un espíritu de obediencia, temor y respeto a Dios. Paguemos nuestra estadía aquí en la tierra; no ignores a sabiendas que tarde o temprano estarás frente a un juez que te pedirá cuenta de todo.
domingo, 15 de diciembre de 2013
Tres virtudes cristianas - I Tesalonisenses 1:1-4
Pastor Pedro Julio
Fernández
Los hermanos de
la iglesia de Tesalónica en Macedonia recibieron la palabra de Dios en tiempo
de gran tribulación, se convirtieron de los ídolos al Dios verdadero. Estos
hermanos demostraron en la práctica que ciertamente habían nacido de nuevo.
Eran nuevos tesalonicenses.
Esta gente
realmente convertida impactó la vida de Pablo quien había sido el medio usado
por Dios para llevarle el evangelio. Pablo hace memoria de la fe de estos
hermanos de la forma tan activa como comenzaron a vivir vidas de testimonio y
cambio. El servicio de amor a la obra de Dio se hizo manifiesto de una vez,
cada vez que podía hacer algo por alguien lo hacían sin esperar nada a cambio, solo por amor lo hacían. Pablo
en 1 Tesalonicenses 1 realza la fortaleza de estos hermanos en la esperanza en
Cristo en momentos de fuerte aflicción y vituperio.
La puesta en
práctica de las virtudes cristianas es una especie de palanca que empuja la predicación
holística del evangelio de Jesucristo. Los nacidos de nuevo manifiestan de una
vez características semejantes a su Padre que los engendró y se comportan de la
misma manera que él lo hace.
La fe, el amor y
la esperanza son virtudes que deben adornar la vida de todo creyente. El que
practica estas virtudes se convierte en ejemplo para los demás y hasta
trasciende fronteras, en otras palabras, estas virtudes son conocidas y
practicadas en el seno del hogar, el trabajo, centro de estudios, iglesias,
etc.
De dones,
favores, destrezas y muchas cosas más que Dios nos ha dado, las que permanecen
ahora son la fe, el amor y la esperanza; por lo que no hay excusas para no
ponerlas en operación como ya lo hicieron los hermanos tesalonicenses.
En 1 Corintios 13
Pablo hace comparaciones extremas entre hablar todo tipo de idiomas, tener profecía
de alto nivel, poder de desmontar lugares, dar bienes materiales y hasta
ofrecer mi cuerpo y el no tener amor, es como no tener ni hacer nada.
Manos a la obra
y a practicar estas virtudes cristianas.
domingo, 8 de diciembre de 2013
Los que querían seguir a Jesús - Lucas 9: 57-62
Pastora Belkis Fernández
¿Por qué nos concentramos en nuestras relaciones personales y familiares más que en Jesús? Es grave querer seguir a Jesús, pero condicionándolo a nuestras necesidades. Diría Jesús, te entiendo, sé que tienes asuntos que resolver con tu familia, pero siendo honestos vas a tomar el riesgo de quedarte atrás, ya que me quieres seguir pero a tu manera, superficialmente y ninguno que pone la mano en el arado, mira hacia atrás.
Jesús fue transparente al recordarles que las zorras tienen sus guaridas, las aves sus nidos, pero nuestro Salvador no descansa en ningún ser humano. Estas tres personas, tipifican la gente que quieren seguir a Jesús, pero a su manera:
1. El primer hombre, no entendía que estaba frente al Hijo del Hombre. Si no sabemos de Jesús ¿Cómo pretendemos seguirle? Jesús le presentó un panorama difícil.
2. El segundo hombre tenía que enterrar a su padre y le pide un tiempo extra
3. El tercer hombre, le dijo “te seguiré”, lo prometió, pero primero quería resolver su problema y Jesús lo reprendió.
Prioriza las enseñanzas de Jesús. Aprende a sufrir, a ceder, a imitar su fe, su amor y su tolerancia. Aprende a vivir en comunidad, ora en comunidad, crece en comunidad. El seguidor de Jesús es un fiel obrero. No es aquel que llega como un turista y que actúa sin compromiso. El seguidor está dispuesto a perdonar, a confesar y arrepentirse. El seguidor ara sin mirar hacia atrás sino hacia al frente. Ara buscando al enfermo, al hambriento, al cautivo y lo lleva a Cristo, para que Jesús ocupe el señorío en sus vidas. Dios conoce los corazones, al primer hombre le fue difícil seguirle, al segundo le aconseja lo que tiene que hacer y al tercero lo reprende, lo amonesta para que no vuelvas atrás.
¿Por qué nos concentramos en nuestras relaciones personales y familiares más que en Jesús? Es grave querer seguir a Jesús, pero condicionándolo a nuestras necesidades. Diría Jesús, te entiendo, sé que tienes asuntos que resolver con tu familia, pero siendo honestos vas a tomar el riesgo de quedarte atrás, ya que me quieres seguir pero a tu manera, superficialmente y ninguno que pone la mano en el arado, mira hacia atrás.
Jesús fue transparente al recordarles que las zorras tienen sus guaridas, las aves sus nidos, pero nuestro Salvador no descansa en ningún ser humano. Estas tres personas, tipifican la gente que quieren seguir a Jesús, pero a su manera:
1. El primer hombre, no entendía que estaba frente al Hijo del Hombre. Si no sabemos de Jesús ¿Cómo pretendemos seguirle? Jesús le presentó un panorama difícil.
2. El segundo hombre tenía que enterrar a su padre y le pide un tiempo extra
3. El tercer hombre, le dijo “te seguiré”, lo prometió, pero primero quería resolver su problema y Jesús lo reprendió.
Prioriza las enseñanzas de Jesús. Aprende a sufrir, a ceder, a imitar su fe, su amor y su tolerancia. Aprende a vivir en comunidad, ora en comunidad, crece en comunidad. El seguidor de Jesús es un fiel obrero. No es aquel que llega como un turista y que actúa sin compromiso. El seguidor está dispuesto a perdonar, a confesar y arrepentirse. El seguidor ara sin mirar hacia atrás sino hacia al frente. Ara buscando al enfermo, al hambriento, al cautivo y lo lleva a Cristo, para que Jesús ocupe el señorío en sus vidas. Dios conoce los corazones, al primer hombre le fue difícil seguirle, al segundo le aconseja lo que tiene que hacer y al tercero lo reprende, lo amonesta para que no vuelvas atrás.
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